Tamara Falcó ha asistido esta noche a El Hormiguero , donde ha regalado al público un momento inolvidable. La hija de Isabel Preysler, ha acudido al programa, con un brillo especial puesto que, tras un tiempo de espera, parece que por fin puede estrenar formalmente el título de «Marquesa de Griñon» que heredó tras la muerte de su padre Carlos Falcó. y es que a pesar del retraso, la BOE ha publicado finalmente su titulación. ¿Habrá cambiado mucho Tamara desde que pertenece a la realeza?
Obligada de nuevo a dar explicaciones al jefe
A pesar de los momentos tan cómicos que protagoniza, Tamara se vio obligada a ponerse seria para volver a dar explicaciones a Pablo Motos, como director del programa, y al público puesto que una vez más parecía haberse saltado el confinamiento, puesto que el pasado puente aprovechó los cuatro días libres para viajar a Marbella acompañada de su novio iñigo Onieva, sin cumplir las normas de movilidad impuestas por el Gobierno, saltándose así las medidas sanitarias.
La empresaria se justificó alegando que su viaje tenía carácter laboral: «Yo vengo a la tele que es mi trabajo… pues también tengo otro trabajo que son las redes sociales. Hay dos empresas que me han contratado para sacarme varias fotografías por lo que tengo un salvoconducto. Las salidas están más que justificadas», indicó en El Hormiguero.
Un trabajo que si bien no lo parece es la actividad que más beneficio económico le da, y es que lejos queda la frase de vivir como un marqués para expresas que no hace falta trabajar para vivir bien, la realidad es que ahora las marquesas, por lo menos Tamara, necesitan trabajar para vivir… aunque su trabajo sea hacerse fotografías en lugares paradisiacos
