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La desdichada vida del millonario Joaquín Torres, novio de Raúl Prieto

La primera vez que pudimos ver a Joaquín Torres en televisión fue en 2009. El arquitecto de los famosos participó en un programa de Antena 3 llamado El secreto. Allí pretendía dejar atrás su lujosa vida, para vivir entre mendigos durante una temporada. Consiguió ganarse el cariño del público rápidamente, y pronto nos empezamos a interesar por su vida privada. Su momento más mediático fue en 2017, cuando decidió separarse de su mujer y empezar una relación con Raúl Prieto, director de Viva la vida, íntimo amigo y padrino de boda de Belén Esteban. Desde entonces, Joaquín Torres ha mostrado su mejor cara: dinero, fama, éxito… pero, ¿Es todo tan idílico en su vida? Lo cierto es que el arquitecto tiene un pasado oscuro del que no logra escapar: drogas, chantajes, corrupción, ¿Quieren saber qué triste realidad hay detrás de este millonario? 

 

 

 

 

Un caso de corrupción que le restó prestigio profesional 

Joaquín Torres imputado

> Si hay algo que funcionaba bien en la vida de Joaquín Torres era el trabajo. Pero todo empezó a cambiar cuando sus apariciones públicas empezaron a ser muy frecuentes. Pasó de tener clientes como Penélope Cruz o Cristiano Ronaldo, a trabajar para gente anónima cuya única motivación era el fanatismo por el arquitecto. De esta forma, perdió muchas de sus amistades influyentes. Sin embargo, el hecho que le restó más prestigio fue su imputación en el Caso Teatro, en 2014. Después de seis años de investigación le declararon inocente, pero hubo muchos clientes que dejaron de confiar en él. Le acusaban de haber participado de un delito de tráfico de influencias durante la construcción de un teatro en Getafe.  

Fueron sus compañeros de trabajo los que le traicionaron en el peor momento. Los rumores sobre la existencia de una vida paralela eran cada vez más fuertes. Por aquel entonces, el arquitecto ya mantenía una relación con Raúl Prieto y, el secretismo que quería mantener, le estaba costando más de un problema. A esto hubo que sumarle un terrible chantaje frustrado. Según Joaquín, una de las hijas de su socio, Susana García Cereceda, junto a un conocido cargo policial, le pidieron dinero a cambio de no hacer público su homosexualidad. Sin embargo, él se adelantó, y en 2017 acudió a un acto público acompañado de su pareja para que todos conocieran su nueva vida. Pero llegar hasta ese punto no fue nada fácil 

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