comscore

La desdichada vida del millonario Joaquín Torres, novio de Raúl Prieto

La primera vez que pudimos ver a Joaquín Torres en televisión fue en 2009. El arquitecto de los famosos participó en un programa de Antena 3 llamado El secreto. Allí pretendía dejar atrás su lujosa vida, para vivir entre mendigos durante una temporada. Consiguió ganarse el cariño del público rápidamente, y pronto nos empezamos a interesar por su vida privada. Su momento más mediático fue en 2017, cuando decidió separarse de su mujer y empezar una relación con Raúl Prieto, director de Viva la vida, íntimo amigo y padrino de boda de Belén Esteban. Desde entonces, Joaquín Torres ha mostrado su mejor cara: dinero, fama, éxito… pero, ¿Es todo tan idílico en su vida? Lo cierto es que el arquitecto tiene un pasado oscuro del que no logra escapar: drogas, chantajes, corrupción, ¿Quieren saber qué triste realidad hay detrás de este millonario? 

 

 

 

 

Una traumática relación con la homosexualidad 

Joaquín Torres y Raúl Prieto

> A día de hoy, Joaquín Torres es considerado como uno de los gays más influyentes del país. Pero llegar hasta aquí le ha resultado muy complicado. “Tenía relaciones con chicos y después me pasaba los días vomitando, porque me odiaba”, declaró en la revista Lecturas. El arquitecto no se atrevió a explorar su sexualidad hasta que abandonó la casa familiar, y no lo hizo de la mejor forma. “La primera vez que me acuesto con un chico es porque pago a un gigoló”, le confesó a Toñi Moreno. Su familia le había inculcado unos valores erróneos sobre la homosexualidad que le causaron muchos problemas a la hora de aceptarse. El arquitecto ha declarado que se avergonzaba de su condición y que le parecía “terrible ir a bares de ambiente”. 

En la revista Lecturas comentó que había sido lo peor de todo: “Lo más duro fue decirles a mis hijos que era gay”. “Tengo 50 años y me he pasado 40 inventándome una historia de mí mismo”, declaró con rabia. Así que, decidió dar un paso adelante y confesar a sus hijos su verdadera identidad. Los pequeños le dieron una lección al no hacerle ningún reproche. Aceptaron su testimonio sin ningún problema y le expresaron lo orgullosos que se sentían de él. Además, estos chicos tienen una relación estupenda con su pareja, Raúl Prieto. “Es encantador con mis hijos. Me ha ofrecido una vida maravillosa. Lo miro y pienso: ha valido la pena”. Con esta declaración de amor, el arquitecto deja atrás sus miserias y demuestra que los finales felices también existen