Que el rey emérito, Juan Carlos I está de capa caída es algo que nadie pone en duda. Los escándalos que ponen en jaque a la Casa Real y la historia de su reinado no dejan de sucederse hasta el punto que su hijo se ve obligado a tomar distancia para limpiar el nombre de la institución.
Si había una fiesta importante en nuestro país hasta hace solo unos años para la clase alta de la sociedad era el día de San Juan. El 23 de junio el Rey Juan Carlos celebraba su onomástica por todo lo alto. A Juan Carlos no le gusta celebrar su cumpleaños, pero en la fecha de su santo se desquitaba, hasta el año 2010 en el que todo eso se terminó.
Lo más granado de la sociedad se encontraba entre las más de 3000 personas que Sus Majestades reunían en los jardines del Campo del Moro, justo enfrente del Palacio Real. Artistas, políticos, periodistas, nobles, empresarios y un largo etc. no se perdían las fiestas que mantenían la larga tradición fiestera de los Borbones.
En el año 1992, Juan Carlos se vio obligado a suspender la fiesta por primera vez. Las críticas por los excesos comenzaban a sonar con fuerza, como también lo hacían los problemas del matrimonio real, la excusa que se dio fue la de no recargar la agenda de la Casa Real que tenía que atender los actos de la Expo de Sevilla.
En abril de 1993, la muerte de Don Juan de Borbón, padre del rey,hizo que la celebración por todo lo alto se sustituyese por una recepción en la Zarzuela, hasta que en el 2010 se terminó.
El fin de las grandes fiestas de la monarquía
Ese año el jefe de la Casa Real, el asturiano Sabino Fernández Campos anunció que a partir de entonces el Rey Juan Carlos realizaría la celebración cada año en una comunidad diferente. Lo cierto es que solo en 1994 se realizó en el Club Náutico de Las Palmas de Gran Canaria.
Con los años y los acontecimientos, las celebraciones cada vez fueron haciéndose más sobrias o no se celebraron, como por ejemplo el año que murió don Juan de Borbón. En el año 2010, Juan Carlos no pudo celebrar su santo por estar recuperándose de una operación de rodilla. Desde entonces no se han vuelto a celebrar las grandes fiestas que lograban poner en contacto a personas de los ámbitos más diversos de la sociedad española.
