Que el rey emérito, Juan Carlos I está de capa caída es algo que nadie pone en duda. Los escándalos que ponen en jaque a la Casa Real y la historia de su reinado no dejan de sucederse hasta el punto que su hijo se ve obligado a tomar distancia para limpiar el nombre de la institución.
Si había una fiesta importante en nuestro país hasta hace solo unos años para la clase alta de la sociedad era el día de San Juan. El 23 de junio el Rey Juan Carlos celebraba su onomástica por todo lo alto. A Juan Carlos no le gusta celebrar su cumpleaños, pero en la fecha de su santo se desquitaba, hasta el año 2010 en el que todo eso se terminó.
Lo más granado de la sociedad se encontraba entre las más de 3000 personas que Sus Majestades reunían en los jardines del Campo del Moro, justo enfrente del Palacio Real. Artistas, políticos, periodistas, nobles, empresarios y un largo etc. no se perdían las fiestas que mantenían la larga tradición fiestera de los Borbones.
En el año 1992, Juan Carlos se vio obligado a suspender la fiesta por primera vez. Las críticas por los excesos comenzaban a sonar con fuerza, como también lo hacían los problemas del matrimonio real, la excusa que se dio fue la de no recargar la agenda de la Casa Real que tenía que atender los actos de la Expo de Sevilla.
En abril de 1993, la muerte de Don Juan de Borbón, padre del rey,hizo que la celebración por todo lo alto se sustituyese por una recepción en la Zarzuela, hasta que en el 2010 se terminó.
Pasárselo bien y hacer la Corona más cercana
El propio rey Juan Carlos lo explicó en una entrevista que le hizo el periodista Luis del Olmo en 1987 “con la recepción del Palacio Real he intentado acercar a los españoles a la Corona, y quiero que todos los sectores de la vida nacional estén representados”. Y lo conseguía, en sus fiestas se mezclaban desde el presidente Felipe González y su esposa, pasando por Mario Conde, la baronesa Thyssen, Lina Morgan, Raphael y Natalia Figueroa a la inolvidable Lola Flores.
De la folclórica nos quedan anécdotas en estas fiestas, ella siempre tan cercana con todo el mundo lo mismo le contaba chistes de lepe a Juan Carlos, que consolaba a Doña Sofía por tener que pasar mucho tiempo alejada de su hijo. Además, Lola contaba que las fiestas eran un evento perfecto para reencontrarse con compañeras de profesión a las que normalmente no veía el resto del año.
Fueron 10 años los que las fastuosas fiestas de Juan Carlos continuaron celebrándose en los Jardines del Moro. En el año 1991, en el marco de un viaje oficial a Sevilla para conocer las obras de la Expo, la recepción se celebró en el Jardín Inglés de los Reales Alcázares. Rocío Jurado y Juanita Reina, Curro Romero, Manuel Benitez el Cordobés, los Duques de Alba, etc. fueron solo algunos de los principales invitados.
