Cuando se acaba el verano, todos nos proponemos eliminar esos kilos de más que hemos cogido en vacaciones. Los helados, la vida sedentaria y los excesos propios de estos días hacen que acabemos engordando siempre un poco. Pero perder peso no tiene por qué ser un sacrificio duro. Te damos algunos consejos que te resultarán muy útiles.
1. Olvídate de dietas restrictivas
Adelgazar no significa pasar hambre. De hecho, lo peor que puedes hacer es seguir una dieta excesivamente restrictiva, porque únicamente conseguirás desmotivarte rápidamente.
La mejor opción para quitarte esos kilos de más es buscar un equilibrio entre la energía que gastas y la que consumes. Y esto pasa por cambiar algunos hábitos de alimentación antes que por reducir drásticamente lo que comes.
Planifica tu menú con 4 o 5 comidas al día, procurando que sean variadas y que incluyan alimentos naturales.
2. No te pongas grandes metas
Perder mucho peso de una vez nos hace mucha ilusión, pero nunca ofrece buenos resultados a largo plazo. De hecho, es muy probable que tengas un gran efecto rebote y acabes ganando más kilos.
Además, adelgazar mucho y muy rápidamente puede hacer que pierdas mucha masa muscular. Esto tampoco resulta positivo para tu salud.
Los dietistas y especialistas en nutrición recomiendan perder entre 0,5 y 1 kg a la semana. De esta manera, adelgazarás de manera saludable.
3. Analiza por qué comes
Si lo piensas bien, seguro que muchas veces no comes por hambre real. Algunos alimentos nos provocan todavía más hambre y hacen que acabemos ingiriendo todavía más cantidad solamente por placer.
La bollería y otros productos ricos en azúcar refinado pueden provocarnos unos picos de insulina, que todavía agudizan más la necesidad que tenemos de comer. Por lo tanto, es recomendable que tengamos buenos hábitos a la hora de elegir qué comemos.
No solamente pueden provocar este problema. Esta necesidad fisiológica también nos la pueden provocar alimentos ricos en grasas o en calorías.
4. Bebe agua para perder peso
Beber unos 2 litros de agua al día te garantiza la correcta hidratación de tu cuerpo. Por lo tanto, te ayuda a mantenerte sano. Pero esto no es todo.
El agua es una excelente opción para saciar el hambre y evitar que piques entre horas. Así, reducirás el número de calorías vacías que consumes cada día.
En el mismo sentido, beber agua te ayudará a evitar el hambre por placer fruto de ciertos alimentos que comentábamos en el apartado anterior.
5. Planifica tu menú
Es muy importante que no te prepares la comida sin pensar qué vas a comer. Planificar tu menú semanal te ayuda a elegir las opciones más saludables, tanto a nivel de alimentos como de método de cocción.
En este sentido, es muy importante que elijas bien los alimentos que vas a comprar y rechaces los ultraprocesados. Así, además de adelgazar, cuidarás tu salud. Igualmente, también debes tener en cuenta las bebidas que ingieres: los refrescos, zumos envasados y el alcohol solamente te aportarán calorías vacías.
Opta siempre por productos frescos y de temporada, huye de los que contienen azúcares escondidos y de los fritos para poder perder peso. Huye también de cualquier bebida que no sean los zumos hechos por ti mismo o el agua.
6. No te saltes comidas para perder peso
Lo peor que puedes hacer si quieres adelgazar es saltarte una comida. De esta manera, lo único que conseguirás es llegar con más hambre a la hora de comer o cenar. Y también será más probable que acabes picando entre horas.
El desayuno es una de las comidas fundamentales, tanto para perder peso como para una alimentación sana. Nos aporta la energía suficiente para abordar el día con fuerzas.
Igualmente, es importante que meriendes. De esta manera, mantendrás tu nivel de azúcar en sangre y controlarás tu hambre para la cena.
7. Lleva siempre contigo un snack saludable
Todos somos humanos, y las tentaciones existen. Por supuesto que puedes tener hambre en un momento determinado del día.
Si quieres perder peso, es buena idea que lleves siempre contigo un tentempié saludable. Una fruta o un puñado de frutos secos naturales te ayudarán a saciarte sin un exceso de calorías.
Se convertirán en tus mejores aliados para controlar tus picos de hambre y reducir la ansiedad de la dieta.
8. Vigila los métodos de cocción
Elegir los mejores alimentos no te va a servir de mucho si los cocinas de manera errónea. Si quieres perder peso, tienes que elegir métodos de cocción lo más naturales posible.
Olvídate de los fritos y de las cocciones demasiado grasas. Solamente aportarán más calorías a tu menú.
El wok, el vapor, el horno y la plancha son las mejores alternativas para que puedas cocinar tu dieta saludable y perder peso.
9. Haz ejercicio
No te estamos diciendo que hagas un entrenamiento duro en el gimnasio, pero sí que debes moverte para adelgazar.
Decídete a salir a caminar a ritmo rápido, o haz cualquier otro deporte que te guste. Incluso bailar puede ser una buena opción.
Si te mueves y quemas calorías, te resultará más fácil adelgazar. Además, cuidarás tu salud. ¿Necesitas más razones para decidirte?
10. Toma conciencia de cómo comes
El ajetreo de la vida diaria hace que muchas veces comamos sin siquiera pensar qué hacemos. Si te sientas a la mesa y te relajas para comer, tomarás conciencia de lo que realmente ingieres.
Una situación parecida sucede cuando comemos delante del ordenador, con prisas para seguir trabajando. Esto hace que nos limitemos a ‘tragar’ sin pensar en nuestra dieta.
Comer rápido y mal solamente provocará que acabes digiriendo mal los alimentos y, por lo tanto, que acabes teniendo hambre antes de hora. Por lo tanto, acabarás picando entre horas.
Perder peso y eliminar esos kilos que nos sobran a todos después de los meses de verano es más fácil de lo que te pueda parecer a priori. Tan solo tienes que aplicar criterios saludables a tu dieta y buscar los alimentos más naturales. Una cocción sin grasas te permitirá reducir las calorías de tu menú. ¿Te animas a probarlo?
