Aunque a menudo achacamos las manchas en la piel a la excesiva exposición al sol o a la edad, hay multitud de causas por las que nos pueden aparecer las temidas manchas. Las causas hormonales o la contaminación también son las culpables en un porcentaje muy alto de esas intrusas en frente o mejillas. Por eso, no siempre es suficiente con aplicarnos protector solar. A veces es necesario ser más estrictos con la dieta, que esta sea equilibrada y que tenga un aporte extra de vitaminas.
Te contamos todos los secretos para que puedas tener las manchas bajo control.
Melasma
Es una mancha de aspecto beige que está relacionada con una alteración hormonal. Es muy frecuente durante el embarazo o también por la ingesta de anticonceptivos orales como la píldora. Aparece a partir de los 25 años, pues es precisamente en esta edad cuando los cambios hormonales son más bruscos.
En invierno pasan más desapercibidas, por la falta de sol. Sin embargo, en verano son muy desagradables. Se distribuyen de una forma muy marcada, especialmente en las mejillas y el labio superior.
Le da un efecto muy negativo a la cara, que parece descuidada y sucia. Además, es la mancha más complicada de erradicar precisamente por su causa hormonal. Se recomienda utilizar siempre protección solar para no hacerla más intensa. No obstante, esto sólo no terminará con la mancha. Para ello, será necesaria una crema despigmentante o un tratamiento láser.
Melasma circulatorio
Este tipo de mancha está más relacionada con la edad y con los malos hábitos, la falta de sueño o los problemas circulatorios.
Se trata de un tipo de mancha oscura que se manifiesta alrededor de los ojos. Dependiendo de la tonalidad que adquiera se debe a una causa o a otra, pero en general suele ser por una excesiva producción de melanina.
Para este caso hay productos muy eficaces en el mercado que consiguen erradicar casi al completo la mancha. Además, ayuda mucho limpiar de forma profunda el contorno ocular cada noche y protegerla a diario de los rayos directos del sol.
Léntigos
Los léntigos son las manchas solares más comunes. En realidad son pequeñas quemaduras que nos hemos hecho en algún momento de nuestra vida – infancia o adolescencia – y que se manifiestan tarde o temprano como si fueran pequeñas manchas que se van uniendo y forman una más grande.
Esta mancha es la evidencia más clara de la famosa frase de que la piel tiene memoria. De hecho, son muy comunes cuando envejecemos.
Lo positivo es que se trata de una mancha que se da en las capas más superficiales de la piel, por lo que es más fácil su tratamiento que cuando se trata de problemas de pigmentación a unos niveles más profundos.
Y ¿qué podemos hacer para borrar estas manchas? Como hemos dicho, depende del tipo de mancha y sobre todo, dependiendo de la causa que las produce será preferible uno u otro. A grandes rasgos, podemos encontrarnos con los siguientes
Tratamientos despigmentantes
Podemos comprar cremas despigmentantes en farmacias o tiendas especializadas con un nivel de eficiencia bastante alto para los léntigos.
Si esto no es suficiente, podemos pedir asesoría a un dermatólogo que también nos asistirá con una mascarilla despigmentante que realizará con una fórmula personalizada para cada mancha y cada tipo de piel.
En este último caso, se trata de peelings por lo que, tras el tratamiento, la piel enrojece y se pela.
Láser antimanchas
Se trata de tratamientos más complejos para atacar manchas más complicadas que no reaccionan con cremas o mascarillas.
Obviamente, tienen que ser realizados por un profesional que, previo a atacar la mancha, nos haya hecho un estudio completo de ella y su diagnóstico. Lo que se hace con el láser es estimular la producción de colágeno y elastina, lo que no sólo reduce las manchas existentes sino que previene la aparición de otras nuevas.
Existen varias opciones, que en función del tipo de mancha y piel, podemos realizar. Podemos utilizar la luz LED, que además de borrarnos la mancha nos dará luminosidad. También podemos utilizar la luz pulsada, que va directa al pigmento «defectuoso» y además nos ayuda a unificar el tono de la piel.
Tratamiento criogénico
Se trata de un tratamiento basado en el frío. Además de tratar las manchas nos deja la piel muy lisa y estirada.
Con la cara limpia, el dermatólogo nos aplica una mezcla de sueros personalizados con todo tipo de vitaminas y minerales, y tras esta una mascarilla helada.
Para lograr un mayor efecto, este protocolo termina con un masaje profundo para obtener una penetración absoluta del producto.
Como hemos mencionado antes, además de los tratamientos que tienen que ser supervisados médicamente, existen productos en el mercado que nos ayudarán con el tema de las manchas. En realidad, casi todos llevan los siguientes componentes.
Vitamina K
Reduce las manchas relacionadas con el sistema circulatorio, las que son rojas o rosáceas, tipo hematoma.
Muchos alimentos son altos en vitamina K, así que también podemos tenerlo en cuenta. Todas las hortalizas de hoja verde como la espinaca, la lechuga, la acelga o también el brócoli o la coliflor entre otras.
La vitamina K es la responsable de que la sangre coagule, así que la proliferación de esas manchas rojizas o hematomas puede darnos una pista sobre el origen de nuestro problema.
Arbutina
La arbutina es uno de los mejores despigmentantes, que además no irrita la piel. En realidad, lo que hace es prevenir la formación de la melanina.
Se encuentra de forma natural en una planta conocida como gayuba, muy típica de Japón y otros países asiáticos.
Es eficaz contra cualquier tipo de manchas, aunque exige constancia y el uso de protector solar diario.
