Llegó, vio y venció. Y además se saltó el dress code y todas las prohibiciones fijadas para la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos. Victoria Beckham se convirtió en la otra gran protagonista (junto a su marido, David) en la que ya ha sido calificada como la boda del año, que se celebró este sábado en Sevilla. Hasta allí se desplazó la pareja en su jet privado para disfrutar de la celebración, que se alargó hasta altas horas de la madrugada.
Victoria también se saltó la otra gran prohibición de la boda
> Una vez finalizó la ceremonia, David y Victoria salieron de la catedral y pusieron rumbo, junto al resto de invitados a la fiesta, que tenía lugar en La Alegría, la finca de Sergio Ramos en Bollullos de la Mitación, a unos treinta kilómetros de Sevilla. No sin antes, eso sí, de darse un auténtico baño de multitudes. De hecho, tal era el clamor del público al verlos, que tuvieron que acercarse a las vallas a saludar y dar la mano (e incluso David llegó a firmar alguna que otra camiseta). Una vez en la fiesta, Victoria Beckham, que estaba en modo rebelde sin causa, se saltó la otra gran promoción de la noche: el uso de móviles.
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