Corren tiempos difíciles para Ortega Cano. La tranquilidad del torero se ve trastocada por un inesperado problema económico al que tiene que hacer frente. Un momento que puede cambiar para siempre su vida y la de toda su familia, para la que esto supone un auténtico jarro de agua fría.
El deseo que se le resiste al diestro
> A pesar de que parecía estar atravesando una etapa plena tras su matrimonio con Ana María Aldón, parece que tras su sonrisa se encuentran verdaderos dramas. Además del gran problema económico con el que convive, Ortega Cano no deja de estar preocupado por su hijo mayor. José Fernando lleva prácticamente dos años ingresado en el Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios. Un tiempo que parece insuficiente para el joven. Y es que todo apunta a que está aún lejos de poder recibir el alta y disfrutar de una vida rutinaria junto a su pareja, Michu, y su hija, María del Rocío.
Ortega Cano está contento por los avances de su hijo. A pesar de que evolucione de manera lenta, considera que va por el buen camino. Además, tiene la esperanza de que el joven abandone el centro a finales de este año. Sin embargo, según revelaba El Español, parece que a José Fer aún le queda mucho por recorrer. Sus constantes salidas de tono desesperan a los que le quieren. «Se pelea con sus compañeros y a veces hace cosas que sabe que tiene prohibidas»., revelaba un trabajador.
