Son muchas las salidas de tono que ha tenido Letizia Ortiz desde su llegada a la familia real española. Y aunque para casi todas ellas ha optado por correr un tupido velo y hacer que el tiempo las llevara al olvido, no siempre ha sido así. Gracias a la publicación de un libro hemos podido saber que la Reina ha tenido que entonar el mea culpa en alguna ocasión para no poner en peligro la institución a la que representa.
La conversación telefónica que cambió todo
> David Jiménez tardó muy poco en reaccionar cuando Letizia calificó a La Otra Crónica como una «mierda». El periodista publicó un artículo que hizo que todo cambiara. «Una Reina no puede dejar de comportarse como tal ni un segundo ni permitirse confidencias que puedan perjudicar a la institución. Ni confianzas de compi yogui con alguien que se ha demostrado poco de fiar. Ni escribir de forma despreciativa de una publicación. Todos los compañeros de El Mundo no esperamos sus disculpas. Nos basta con que nos permita seguir haciendo libremente nuestro trabajo, que fue el suyo, y con que nos siga leyendo», decía.
Lo que no imaginaba es que días después, cuando estaba volviendo a Madrid procedente de Huesca, donde había acudido a una conferencia, su teléfono iba a recibir la llamada del jefe de Estado. «Soy el rey. Te llamo para pedirte disculpas en mi nombre y el de la reina. Los mensajes no eran apropiados», aseguraba. Segundos después, el terminal se lo pasaba a Letizia, que entonaba el mea culpa a su manera. «Siento lo de La Otra Crónica, entiendo que la redacción esté molesta conmigo, no era mi intención», comentaba. En la siguiente página, el resto de la inesperada conversación.
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