comscore

Letizia desafía a la Reina Sofía en lo que más le duele

Durante mucho tiempo se ha especulado sobre el tipo de relación que mantenían las dos reinas de España. La Reina Sofía y La Reina Letizia, soberana emérita y titular, no son precisamente el ejemplo del trato que deben tener una suegra y una nuera. Y es que hubo un  antes y un después desde el momento en el que Letizia pretendió ocupar un lugar que no le correspondía durante la pedida. Tuvo un gesto muy desagradable con el entonces príncipe de Asturias. Hoy vas a conocer otro detalle de Letizia que hirió profundamente a la Reina Sofía

3
La Reina Letizia se vuelve cazadora para enfrentarse a su suegra

reina Letizia

De todos es sabido que la Reina Letizia era una mujer progresista y de izquierdas antes de conocer a don Felipe. Ni sus gustos ni su estética concordaban mucho con los de una mujer con aficiones de las que se suelen achacar a la élite: la vela, es esquí, la caza.

Para disgusto de su marido, no le acompaña en sus aficiones náuticas, y esquía a regañadientes. Y, sin embargo, sí se ha hecho cazadora, algo que disgustó profundamente a doña Sofía.  Según cuenta Jaime Peñafiel. Pronto recordaba que Letizia había obsequiado a Felipe con una escopeta inglesas de casa de las más caras y prestigiosas del mundo.

Nada más y nada menos que una Purdey. Como ha publicado Pilar Eyre: “Es un arma, los que entienden lo saben, para matar animales, y se la dio al cabo de dos o tres años de casados”. Te explicamos a continuación porque a la reina Sofía le dolió tanto.

Letizia desafía a la Reina Sofía en lo que más le duele

 

Doña Sofía : en guerra con su familia por culpa de la caza

Letizia desafía a la Reina Sofía en lo que más le duele

De todos los aspectos de la idiosincrasia borbónica, aparte de la infidelidad, el que menos le gusta a la Reina Sofía, por supuesto, es la afición a la caza de la estirpe de su egregio esposo. Es casi vegetariana, su hermana y su madre están muy relacionadas con la filosofía hindú, con el respeto más profundo por los animales.

Letizia no le ocultó que era aficionada a la tauromaquia, pero que se alineara con los cazadores de la familia sin  necesidad alguna fue algo incomprensible. Por eso, en el año plantó cara a Letizia, a su marido y hasta a su hijo por este asunto. Y lo hizo además en Barcelona, donde están prohibidas las corridas de toros. Presidió un acto para apoyar los derechos de los animales en el Colegio de Abogados de la Ciudad Condal.

El desarrollo de una agenda paralela era una de las consecuencias del viajecito a Botsuana. El Rey se rompió la cadera cuando acompañaba elefantes con Corinna, directiva, por cierto de otra marca internacional de escopetas de caza. El viajecito no ha sido entendido muy bien en el entorno de Zarzuela ni tampoco en el ambiente taurino. No hay que olvidar que fue en Barcelona donde se prohibieron las corridas de toros.

Hasta Pilar Rahola, republicana furibunda, se pasó por allí para charlar con la Reina.  En un artículo la definía como la más refinada y culta de la familia real. El viaje simbolizaba una toma de distancia con el  Rey. También con sus aficiones cinegéticas y las amistades que las secundaban.

Una de las frases que se pronunciaron en el acto fue significativa. “Está demostrado que detrás de un maltratador de animales fácilmente hay un maltratador de seres humanos”, dijeron. Y la frase fue pronunciada en la ciudad donde José Tomás ya no podrá torear. La reina se sintió en la gloria en Barcelona al sacar los pies de plato. No sólo por motivos de índole animalístico. Le devolvió la bofetada a Letizia. Y es que hay algo que el público en general no sabe, y que ha contado Peñafiel en exclusiva a Pronto.