El 12 de septiembre de 2018 ha pasado ya a formar parte como un día clave de la historia de España. Día en el que, tras varias semanas de incertidumbre, por fin veíamos el nuevo rostro de Carmen Borrego, la hija menor de María Teresa Campos. Y en este día tan importante para la benjamina del clan, no podían faltar a su lado su madre, María Teresa Campos, y su hermana, Terelu.
Muy reacia a los bisturís y presumiendo durante años haber sido la única de las Campos que no había pasado por el quirófano, Carmen se sometió hace tan solo dos semanas a una intervención de cirugía estética para quitarse la papada. Un complejo que llevaba arrastrando durante mucho tiempo.
Su afán de protagonismo
Es bien sabido que a María Teresa Campos le gusta una cámara tanto como a sus hijas. A la matriarca del clan le encanta ser protagonista allá donde va y llevar la voz cantante. Un afán de protagonismo que consiguió que todas las miradas se centraran en ella a su entrada en el plató.
Carlota Corredera dio paso a María Teresa Campos entre aplausos. Sin embargo, cuando la que un día fuera una de las presentadoras estrella de Telecinco fue a ocupar su asiento, tuvo lugar la primera anécdota de la noche. De forma inconsciente o de manera premeditada, la matriarca del clan se dispuso a ocupar el asiento de Carlota Corredera, presentadora del programa, quien reubicó a María Teresa en los sillones destinados a los invitados.
