La genética no es lo único que en el mundo de las famosas comparten madres e hijas. Para poder continuar manteniendo un cierto parecido (genética aparte) gracias a la magia del bisturí, es importante que tengan el mismo cirujano plástico.
Hay algunos casos en los que las famosas escogen a los mejores cirujanos y conservan ciertos rasgos agraciados. Otras, en cambio, se quedan con lo peor de la familia. Ponerse un labio descomunal o pasarse con el bótox en compañía de tu madre también es una forma de pasar el día en familia (sobre todo las de las famosas).
4 Las Obregón son eternas
Ana Obregón es una mujer que pasa de los sesenta años, pero siempre será una eterna adolescente. Su rosto y cuerpo pasa cada cierto tiempo por chapa y pintura. El cirujano de la familia la revisa y le realiza los retoques necesarios para que siempre luzca perfecta. Pero ella tampoco va sola a sus revisiones estéticas.
Su madre tiene el mismo nombre, Ana, y un rosto muy parecido. Con más de ochenta años, la matriarca está perfecta. Es como si la edad no hubiera hecho mella en su rostro. Las arrugas van desapareciendo y su rostro no refleja el paso de las décadas. Todo eso gracias a su cirujano, un profesional en el llevan tiempo confiando y que ha logrado auténticos milagros con ellas.
