Ya hay sentencia: El proceso que enfrentaba a Belén Esteban contra Toño Sanchís ha llegado a su fin. Al menos, de momento. La sentencia ha resultado muy favorable para Belén Esteban, que reclamaba 500.000 euros. Además, no solo se le reconoce esa reclamación de cantidad sino que según algunas fuentes, Toño también tendrá que pagar todo lo que Belén ha invertido en costas judiciales. Es decir, la sentencia es estimatoria parcial con intereses y carácter retroactivo.
Toño Sanchís tendrá que hacerse cargo de las costas del proceso y está feliz no solo por eso sino porque «no mentía». En esta mañana de jueves, Toño Sanchís ha puesto rumbo a Valencia para reunirse con sus abogados y estudiar la posibilidad de recurrir la sentencia o aceptar la condena y el pago de los 465.000 euros que se le reclaman. «La sentencia no es nada favorable para mí«, afirmaba Sanchís en declaraciones exclusivas para ‘El Programa de Ana Rosa’.
Sanchís ha intervenido de forma telefónica en el programa en el que colabora: «Vamos a recurrir. Vamos a demostrar que ese contrato verbal tiene la misma validez que un contrato firmado«. El representante ha puesto como garantía para el pago de esa cantidad: «Yo no puse como garantía nada. Hay un embargo preventino. A mí no me van a quitar la casa, voy a recurrir y voy a luchar con la verdad».
La jueza sospecha, según la sentencia, que aún hay más dinero que le corresponde a Belén y que no se ha llegado a cobrar dado que hay ciertas empresas que no han entregado la documentación demandada, algo que la magistrada insta a que se haga efectivo. Belén Esteban reclamaba un total 503.000 euros que se harán efectivos más los 372.000 que Toño Sanchís ya le entregó en un primer momento cuando el caso salió a la luz. La cifra que Belén habría dejado de cobrar, hasta ahora, asciende casi al millón de euros.
Para ponernos en antecedentes y saber con detalle de qué juicio estamos hablando y cómo han sucedido los acontecimientos previos, os dejamos con todos los detalles a continuación.
La primera sospecha
Todo comenzó en el año 2015. Belén Esteban empezó a sospechar que su entonces representante no era del todo legal con la gestión de sus temas. Así, puso entonces en manos de sus abogados el caso para tratar de descubrir si Toño Sanchís había actuado de forma inadecuada con los ingresos que había ido generando tanto en televisión -con el programa Más que baile, por ejemplo- como en otro tipo de eventos, como el terremoto de Lorca, para el que el representante habría abierto una cuenta en nombre de Belén a fin de que la gente donara dinero y poder así ayudar a los afectados. La de San Blas asegura que Sanchís usó ese dinero recaudado para gastos personales.
