Muchos siguen sin creer que Donald Trump se haya convertido en Presidente de Estados Unidos. Pero, ¿cuál es el secreto del éxito del millonario? Escándalos y más escándalos mediáticos que él siempre ha aprovechado a su favor.
A Donald Trump le encanta jactarse de que su poderío económico hace que las mujeres se vuelvan locas a su paso. “Con dinero, puedes hacer con ellas lo que quieras”, parece ser su máxima en estas cuestiones. Sin embargo, el porcentaje de féminas que le han aupado a la Casa Blanca es altísimo. El apoyo de las hispanas ha sido de un 68% en estas últimas elecciones.
El ya Presidente de USA aparentaba ser un hombre felizmente casado con Ivanka Trump. Tenían tres hijos y era habitual que se mostraran en los medios a golpe de azúcar. La imagen idílica se rompió cuando el magnate cometió el error de alojar a Marla Marples en Aspen, Colorado, a pocos metros de donde él disfrutaba de unos días de vacaciones blancas con Ivanka. Y entonces llegó un divorcio con tintes escandalosos.
Alicia Machado jamás olvidará la humillación a la que fue sometida por Donald Trump tras alzarse con la corona de Miss Universo. La venezolana tuvo que someterse ante los medios a la rutina física que el magnate creó para que perdiera peso pues, según él, la más bella del universo no podía estar gorda.
Durante años, Donald Trump declaró la quiebra de sus empresas. Eso le sirvió para proyectar la imagen del hombre que luchaba contra el mundo para seguir creando empleo. Cerraba una empresa, habría otra. Con el tiempo se ha sabido que todo era una estratagema para no pagar impuestos.
La incontinencia verbal de Trump ha conseguido levantar ampollas durante la carrera a la Casa Blanca. Ha faltado el respeto a los mexicanos, a las mujeres, a los afroamericanos, a los hispanos … Hasta su esposa, Melania, le reprendió por sus exabruptos contra el colectivo femenino y, por unos días, se borró de la foto.
A Trump le gusta proyectar la imagen de filántropo y hacedor de buenas obras. Sin embargo, su fundación está siendo investigada por sobornos. Importantes sumas de dinero habrían sido destinadas para colocar a hombres clave en cargos que beneficiarían al multimillonario.
La osadía de Donald no conoce límites y hasta se atreve a criticar a algunos de los ídolos de su país, como McCain, el piloto militar cuyo avión fue derribado sobre Vietnam del Norte. Le capturaron y sufrió todo tipo de vejaciones. Sobre él dijo Trump, que prefería a otros combatientes que no se dejaron capturar.
Trump tiene respuestas para todo. A quienes se les ocurre sugerirle que pida perdón por alguna de sus frecuentes meteduras de pata, les contesta: “¿Por qué tendría que pedir perdón si no estoy cometiendo errores?” El hombre perfecto para Donald Trump se llama Donald Trump.
