Son guapos, jóvenes, famosos y cantan bien. Se dieron a conocer tras participar en la reciente edición de ‘Operación Triunfo’ y lo cierto es que su posible relación ha hecho correr ríos de tinta. Además, ha quitado el sueño a más de uno y una, imaginando lo bonito e idílico que podría llegar a ser su (¿inminente?) romance. Hablamos de ‘Aiteda’, o lo que es lo mismo, Aitana Ocaña, la concursante más benjamina y segunda clasificada de la reciente edición de ‘OT 2017’, y Luis Cepeda. Pasa a la siguiente página para saber por qué podrían anunciar su romance.
La química que existe entre ambos en innegable, pese a que los triunfitos se empeñen en decir que su relación es de «casi hermanos». Solo hace falta ver las fotos que comparten en sus redes sociales, para darse cuenta que no queda lugar para la especulación. Y es que sus instantáneas desprenden amor, pero con mayúsculas y negrita. Además se les ve cómplices, cercanos y cariñosos.
Por ejemplo, la última captura de los dos juntos la compartía Cepeda, en motivo de la entrega de Premios Cadena Dial, que se celebró en Tenerife el pasado mes de marzo. En la instantánea, podemos ver a un Luís, muy enamoradizo, sentado en una butaca y mirando por encima del hombro a Aitana, que está sentada en el reposa brazos, mientras dedica una mirada cómplice a la cámara y ríe tímidamente. Pero, lo realmente sorprendente de esta bonita estampa es la mano de Cepeda. Y es que, sí bien es verdad que su mano izquierda la tiene reposando sobre su rodilla, ¿dónde está su mano derecha? Pues la tiene oculta detrás de la silueta de Aitana, como si le estuviera acariciando suavemente el muslo.
Pero el juego de las fotografías no acaba aquí, sino que hay más. En otra captura, hecha en la misma noche, aparecen los dos de la misma guisa y con la misma postura. Cepeda, pero, se decide por besar el hombro de Aitana, mientras que ella sigue sonriendo tímidamente, cual adolescente sintiendo fuertes mariposas en el estómago. ¡Ah! y la misteriosa mano del cantante, sigue en el mismo sitio que en la anterior fotografía, es decir, acariciándole suavemente el muslo.
