Después de varios meses de vacaciones, incluyendo una eterna luna de miel, Íñigo Onieva tiene nuevo trabajo y estaría muy ilusionado con un nuevo proyecto profesional.
El marido de la marquesa de Griñón ha disfrutado de un verano de lo más interesante, después de su boda con Tamara Falcó, que les ha llevado a viajar desde Sudáfrica a la Polinesia, pasando por Cádiz o París. Además de un otoño de idas y venidas por Europa, siempre junto a su inseparable esposa.
De hecho, el pasado fin de semana, la feliz pareja celebraba el 42 cumpleaños de Tamara Falcó en Londres. Pero parece ser que el tiempo de relax ha llegado a su fin y ya está preparado para comenzar un nuevo reto profesional.
Y es que, mucho se ha especulado de a qué se dedica Íñigo Onieva desde que fuera despedido de su último trabajo como relaciones públicas, el pasado mes de mayo. Especialmente después de que el emblemático Café de Gijón desmintiera que las informaciones que apuntaban que el empresario iba a empezar a trabajar con ellos.
Un edificio de oficinas cuyo alquiler asciende a 78.000 euros al mes

Ya con las pilas recargadas, después de un intenso verano, de viajes por el mundo y paradas gastronómicas dignas del mejor paladar, Íñigo Onieva está listo para ponerse manos a la obra.
Según han desvelado en el programa ‘TardeAr’, el pasado 13 de noviembre, a las nueve de la mañana, el marido de Tamara Falcó llegó a un edificio en una exclusiva zona de la capital, en busca de una nueva oficina desde donde liderar su nuevo proyecto profesional.
«Le han enseñado el bloque entero, ha mirado la fachada. Finalmente, ha cogido el edificio completo, 78.000 euros al mes. Ya no está disponible. Estaba muy interesado. Ha mirado todas las plantas. Ha hecho gestos como de asentimiento. Desde que se supo que había dejado de trabajar, Iñigo no ha trabajado de nada más«, explican desde el espacio que presenta Ana Rosa Quintana.
«La nueva oficina de Íñigo Onieva está ubicada en un barrio de la capital donde el metro cuadrado cuesta 39 euros«, añadían.
El nuevo proyecto de Íñigo Onieva
¿Cuál será el nuevo proyecto de Íñigo? Desde ‘TardeAR’ han barajado varias opciones. Entre ellas, la posibilidad de que estuviera ejerciendo de intermediario o comisionista para un tercero. De ser así, su objetivo no sería tanto alquilar el edificio de oficinas para él, sino para un fondo de inversión.
Otra de las teorías que se han planteado que Íñigo regrese al mundo de la gastronomía y la hostelería, un campo en el que se siente especialmente cómodo y ha demostrado ser gran apasionado. El empresario, al igual que su mujer, es un gran amante de la gastronomía y, gracias a sus publicaciones en sus redes sociales, hemos podido ser testigos de sus visitas a algunos de los locales más prestigiosos de todo el mundo.

Ingeniero Industrial, dedicado al mundo del ocio y la restauración
A sus 34 años, Íñigo Onieva es todo un emprendedor. Se graduó en Ingeniería Técnica en Diseño Industrial por la Universidad Antonio de Nebrija, centro privado madrileño. Y completó su formación realizando dos másteres en el extranjero, uno de ellos en arte de diseño de vehículos.
Durante varios años estuvo trabajando en el sector. Sin embargo, abandonó el puesto en la empresa en la que se encontraba para dedicarse a su gran pasión: el sector del ocio y la restauración.
Hasta el pasado mes de mayo, Íñigo Onieva había trabado durante varios años como director de desarrollo comercial del grupo Mabel Hospitality, responsable de algunos de los restaurantes de moda de Madrid Tatel y Totó. Se ponía punto y final a la relación empresarial que mantenía con ellos, donde trabajaba principalmente como relaciones públicas.
Según afirmaron fuentes cercanas, después de dos años en el grupo, su proyección era muy limitada por lo que, en las últimas semanas le propusieron que desempeñara un cambio de funciones sin revisar los términos económicos, lo que complicó alcanzar un acuerdo definitivo. “Su salida ha sido amistosa y sin ningún tipo de problema«, explicaron.
Desde entonces, se ha mantenido apartado de la vida laboral y centrado en disfrutar de su nueva vida de casado.

La polémica con El Café de Gijón
El pasado verano, además, Íñigo Gijón se vio involucrado en una polémica después de que se afirmara que mantenía vínculos empresariales con El Café de Gijón. El histórico establecimiento no dudó en emitir un comunicado en el que se desvinculaba completamente del yerno de Isabel Preysler.
«Quisiéramos desmentir rotundamente las mencionadas noticias y manifestar que es absolutamente falso que el Café Gijón se haya vendido a nadie», explicaban los propietarios del café después de que algunos medios informaran que Íñigo Onieva se había convertido en socio minoritario del emblemático local junto a un grupo de inversores para salvarlo de la quiebra, con objeto de “modernizarlo”.
