La relación entre los principales líderes del país parecía idílica. Cuando el país se vio sumido al tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución, tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el Rey de España, Felipe VI, parecían tener una relación de apoyo mutuo y de trabajo en común, pero parece ser que detrás de todo esto habría un odio que puede romper el país.
Los secretos del despacho de Moncloa
Durante todos estos años de democracia en España, la relación de los diferentes presidentes del Gobierno con el Rey de España ha parecido ser muy buena. Siendo las dos principales figuras de gobierno del país, la colaboración entre los dos es una clave indispensable a la hora de poder trabajar en pos del bien de España. Esta relación, además, es clave en los momentos de crisis, como lo sucedido en Cataluña recientemente.
Pero parece ser que estas buenas formas de trabajo, no son tan ciertas como parecen. La relación, históricamente, ha sido buena, cuando el Rey era Juan Carlos I. Sin embargo, desde que Felipe VI ha llegado al trono, parece ser que la relación con el presidente del Gobierno es bastante mala, hasta el punto de haberse jurado odio eterno.
Mariano Rajoy no puede ver a Felipe VI
Esto es lo que ha desvelado el lunes por la mañana el periodista Federico Jiménez Losantos en su programa de ‘Es la mañana de Federico’ en EsRadio. Según apunta el periodista, Mariano Rajoy empezó a sentir hace no mucho un odio eterno al jefe del Estado. Todo esto se originó después de que Mariano asistiera a la jura del cargo de Felipe VI y que se hubiera enfrentado a las dos elecciones que protagonizaron el panorama político en 2016.
«Hay un momento en el que Mariano Rajoy juró odio eterno a Felipe y es cuando por segunda vez se niega a ir a la investidura. En ese momento, Pedro Sánchez dijo que podía formar Gobierno si los demás le dejaban. Felipe le dio la oportunidad de la investidura a Pedro y Rajoy le juró odio eterno», decía Federico Jiménez Losantos.
Los problemas se extienden hasta Zarzuela
Pero con Rajoy no es con el único que ha tenido problemas Felipe VI, según dice Federico Jimenez Losantos. Y es que, tal y como él mismo también ha comentado en la mañana del lunes, también ha tenido algún encontronazo en Zarzuela. Todo debería de hacer sospechar que Felipe VI no podría ni ver a Urdangarín, pero con él no iba la historia en este momento.
Hablamos de un miembro relevante de su familia, y con el que el distanciamiento cada día es más patente. Porque en Zarzuela, casa de Reyes, no es oro todo lo que reluce, y en realidad las paredes ocultan grandes secretos, que han sido desvelados.
Juan Carlos I y Felipe VI: Distanciamiento en la Corona
El origen de todo esto, según el periodista, reside en el homenaje que se preparó con motivo de los 40 años de la Constitución Española. Un acto al que, como era lógico, tanto Felipe VI como Juan Carlos I estaban invitados, y cuya presencia era casi imprescindible. Pero el Rey emérito no asistió. «Juan Carlos tiene mucho que ocultar y dejó a su hijo tirado», decía Federico, sin cortarse ni un pelo, sobre la asuencia de Juan Carlos.
Según contaba, Juan Carlos I «llamó a los medios y les dijo que no le habían invitado al homenaje», algo que en realidad era toda una mentira. «Al Rey le daba pavor aparecer en las Cortes porque tiene pavor a que los de Podemos le gritasen «ladrón». Y dijo: pues no voy. Ésa es la realidad de lo que pasó», decía. Con este feo gesto por parte de Juan Carlos I, el Rey en activo Felipe VI, le recrimió el feo de su acto, algo que hizo que entre los dos se creara un ambiente de tensión que les ha distanciado mucho hasta la fecha.