Isabel Pantoja lleva mucho tiempo sin pregonar esa felicidad que le caracteriza. O que por lo menos la ha caracterizado durante algún episodio de su vida. Desde que falleció su marido Francisco Rivera, le fue difícil levantar cabeza, pero lo consiguió. Después de haber tenido relaciones formales, asegura que no ha querido ni querrá a nadie como lo quiso a él. Su entrada en prisión ha sido una de las peores cosas que le han ocurrido en la vida, siempre pensó que no llegaría a entrar. Y ahora… que no tiene ningún problema con nadie y que puede vivir tranquila disfrutando de sus conciertos, son los hijos los que le dan comedero de cabeza. Así ha sido este difícil verano para la cantante.
Reconciliación de Isa Pantoja con Alberto Isla y su entrada a Supervivientes
El verano comenzó con el final de Supervivientes. Una edición que no creemos que la haya seguido Isabel Pantoja. Ya que, entre todos los concursantes que participaron en esta edición, se encontraban Alberto Isla y Mayte Zaldivar con su respectivo novio. No sabemos si por fastidiar a la cantante o por qué, pero hicieron buenas migas entre ellos. Desde fuera todo el mundo se preguntaba cómo estaría sentado a la tonadillera, que el novio de su hija se hiciera íntimo de la que fue la mujer de Julián Muñoz. Pero nos quedamos con la duda porque la de Cantora no hizo ningún amago de hablar.
Además de estas relaciones, Isabel Pantoja tuvo que soportar que el novio de su hija -al que supuestamente tenía demandado- le pidiera matrimonio en directo. Siendo testigo toda España de la pedida de mano a Isa Pantoja, Cantora tuvo que temer por el futuro de Isa. Pocas veces son ya las que Chabelita sorprende a su familia, pero se avecinaba una boda que daría mucho de qué hablar. Además de toda la ceremonia, Kiko Rivera entraba en directo para darles ánimos al futuro matrimonio. Algo que sí que sorprendió dada la escasa y mala relación por parte de los hermanos.
Kiko Rivera, recuperándose poco a poco
Isabel Pantoja ha estado -y sigue estando- todo el verano muy preocupada por el estado de salud de su hijo Kiko Rivera. El desgaste físico y sobre todo emocional le llevaron a una depresión. Poco a poco se está recuperando. Ha necesitado de tomar aire fresco y descansar del ritmo de vida tan ajetreado que ha llevado. Parece ser que estar con sus hijos y con la gente más cercana a él es la mejor medicina. Y así lo está haciendo. El hermano de Isa Pantoja perdió más de 30 kilos tras realizarse una operación gástrica. Toda la familia ha estado muy pendiente de él, pero la que más, su madre.
Todo el mundo sabe que su pequeño del alma, y ante él no hay nada. El amor que sienten madre e hijo es incondicional, además del respeto que se tienen mutuamente. Pudimos ver como Isabel Pantoja apoyaba uno de los éxitos de Kiko. La cantante se presentó al local donde actuaba para verle cantar. Pudimos ver a la tonadillera dando palmas, muy sonriente y bailando con su círculo más cercano.
Isabel Pantoja no acudió al bautizo de su nieto
Si de por sí la situación entre madre e hija estaba ya desquebrajada por la reconciliación de Chabelita con Alberto Isla, el bautizo fue la gota que colmó el vaso. Isabel Pantoja no asistió al bautizo de su nieto porque no quería ver ni a su futuro yerno, ni mucho menos a Dulce. La niñera que se encargó de criar a Isa Pantoja y que ahora se encarga de cuidar a su hijo. La tonadillera cada vez se encuentra más distanciada de su hija. Sus compañías y sus actos no son bien vistos por la madre ni por su familia.
Además, con el motivo de la celebración del bautizo, Isa Pantoja humilló a su madre. Le propuso ser la madrina de su hijo para salir en portada de revista y como consecuencia, inflar el precio de la exclusiva. Isabel Pantoja se negó porque sabía que la idea de su hija es que fuera Dulce, y que solamente quería que fuese ella para que incrementara el caché de la revista. Además, después de que se celebrara el bautizo, Isa Pantoja hizo una entrevista para una revista de tirada nacional arremetiendo contra toda su familia. Ya que su hermano Kiko fue otra de las grandes ausencias en ese bautizo.
Dulce, enemiga íntima de Isabel Pantoja
No solamente el verano ha estado protagonizado por sus hijos, también por una ex empleada y amiga de Isabel Pantoja, Dulce. Desde que se sentó la primera vez en un plató de televisión para contar los entramados más novedosos de Cantora no ha hecho otra cosa. Decidió ir al Sábado Deluxe después de que se celebrara el bautizo del hijo de «su niña» para arremeter contra el clan Pantoja por no haber estado. Muy enfadada se sentaba en el programa y aseguraba que Kiko Rivera había ordenado a Irene Rosales de no llevar a los hijos al bautizo. Además, dejó entrever que Kiko no había ido porque su madre tampoco iría.
No solo esto… Si ya en Cantora estaban temblando con las declaraciones de Dulce no se imaginaban lo que vendría a continuación. Dulce se atrevió a decir o a dejar entrever que la relación de Isabel Pantoja e Irene Rosales, no era como parecía. Insinuando que el trato no era tan bueno. Insistiendo en que Irene, con su presencia en el bautizo, echó un pulso a la tonadillera.
La hija de Isabel Pantoja, enamorada de nuevo
La hija de Isabel Pantoja es sin duda la que le da más comederos de cabeza. Isa Pantoja no puede estar soltera, cuando zanja una relación empieza otra. Y así ha pasado, ahora está con el cantante Omar Montes. Amigo de Kiko Rivera por el mundo de la música. También conoce a su prima Anabel Pantoja, ya que disfrutaron juntos de un día en la playa. Parece que está muy introducido en la familia Pantoja, la misma Isa ha dicho que conoce a su hijo Alberto.
Pero las formas, los amigos, y los rumores de infidelidades por parte de ambos han estado desde el primer momento. Pero parece no importarles a ninguno de los dos. Isabel Pantoja hace ya tiempo que no puede controlar la vida de su hija. Lo cierto es que desde que se fue de Cantora su camino se ha torcido muy y mucho. Sin trabajo alguno, Isa lleva una vida que le gustaría a mucha gente. Vivir del apellido siempre es fácil. El problema es la mancha que está provocando a su familia, esa que en muchas ocasiones no la quiere ver.