El ochenta cumpleaños de doña Sofía marca un antes y un después en la familia real. La infanta Cristina y don Juan Carlos han vuelto a la foto oficial tras ser expulsados de palacio. Doña Letizia está más que molesta con esta situación, pues sabe que tendrá que estar vigilante ante el desquite de los que considera sus mayores enemigos en Zarzuela. La reina teme que su cuñada y su suegro tomen represalias contra ella.
El cumpleaños más feliz de doña Sofía
El sueño de doña Sofía se ha cumplido. Quería la foto con la que se ha obsequiado a los medios desde Casa Real con motivo de su onomástica. En la instantánea puede verse a Cristina y sus cuatro hijos posando con la familia al completo. Ya vuelve a ser una más en el clan Borbón. Ha costado lo suyo porque don Felipe y doña Letizia la preferían bien lejos dado el escándalo de corrupción que ha mandado a prisión a Iñaki Urdangarín.
Fue tras el rifirrafe entre reinas, ocurrido durante la última misa de Pascua en Palma, que don Juan Carlos habló con don Felipe sobre la mala imagen familiar. Estaba previsto que todos se dejaran caer por la isla balear durante el verano. Se habló de que ese sería el momento ideal para que Cristina y sus hijos fueran vistos en público con doña Sofía y la Infanta Elena. Era el paso previo a la reinstauración familiar de Cristina de Borbón. Sin embargo, el escándalo Corinna cambió los planes y complicó la situación aún más. El asunto se saldó con la no presencia del rey emérito en Mallorca. (Imagen: Casa de S.M. el Rey)
La vuelta a casa
Se intuyó que habían movimientos en palacio tras la llegada de Cristina a Madrid con dos de sus hijos. Lejos de observar un perfil bajo, ya el primer día se dejó ver acudiendo al teatro con su hermana. Pronto se supo que se alojaba en Zarzuela y que estaría presente en la fiesta del cumpleaños de su madre. Por fin podía llevarse a la práctica el plan diseñado para reinsertarla en el clan Borbón, tal como ha sucedido. No ha sido un camino fácil pero todos han puesto de su parte.
El milagro también se ha obrado para don Juan Carlos, quien tras estar alejado de los suyos desde el verano, vuelve a recuperar su lugar. Tanto en el caso del rey emérito como en el de Cristina se trata del regreso al plano familiar, para nada está previsto que ejecuten labores de representación de la monarquía. Así las cosas, las próximas Navidades ya no serán tristes para doña Sofía, quien ha sufrido lo indecible con el exilio de su hija en Ginebra. (Imagen: Casa de S.M. el Rey)
Letizia y su no saber perder
En cuanto a doña Letizia, no era partidaria del regreso de Cristina y don Juan Carlos. Ha perdido la partida que jugaba con doña Sofía, quien ha conseguido que don Felipe cambiara de opinión. Sin duda, un duro golpe para la reina, que no lleva nada bien encajar derrotas. El asunto ha sido motivo de discusión entre los reyes. Mientras don Felipe se mostraba conciliador e intentaba atraerla a su terreno, Letizia se mantenía en sus trece calificando de grave error la reinserción de su suegro y su cuñada en Zarzuela.
Antes de que estallara el escándalo Noos, la reina ya estaba distanciada de los ex duques de Palma. Descubrió que Iñaki aprovechaba la menor ocasión para dejarla en ridículo y también que intentaba indisponerla con su marido. Al parecer, el ex deportista se comportaba como una especie de Maquiavelo de los tiempos modernos. La sorpresa fue mayúscula cuando se descubrió que actuaba con la bendición de su mujer. Fue ahí cuando los reyes tomaron distancia con Cristina e Iñaki. De hecho, no volvieron a compartir ratos de ocio.
La reina teme a Cristina y Juan Carlos
La reina está convencida de que tanto Cristina como don Juan Carlos van a ejecutar venganza en su contra. Padre e hija bien podrían considerar que son los ganadores de esta durísima contienda familiar. El hecho de que la cercanía entre ellos y don Felipe se estreche significa que doña letizia lleva las de perder. La monarquía está en horas bajas y el rey necesita del consejo de su padre para sortear las piedras en el camino. En cuanto a su hermana, siempre tuvieron una relación muy afín.
No fue hasta que don Juan Carlos abdicó que doña Letizia pudo respirar tranquila. Hasta entonces, se sentía observada y criticada por su suegro. Era muy incómodo para ella sentir esa mirada inquisidora encima. No es ningún secreto que no se llevan bien. La reina se ha sentido menospreciada en diferentes ocasiones por el rey emérito, quien nunca la ha considerado la compañera de vida ideal para su hijo por su pasado.
Se habla de divorcio entre Cristina e Iñaki
Para poder regresar al seno familiar, Cristina ha tenido que hacer una concesión. Se trata de alejarse lo más posible de Iñaki Urdangarín. Ya le sugirieron que se divorciara de él cuando estalló Noos. Sin embargo, se negó en redondo. Las cosas podrían haber cambiado entre la pareja tras el ingreso de él en prisión y el acercamiento de ella a los suyos. No es tan descabellado pensar que lo que ayer era imposible, hoy puede hacerse realidad. A la infanta se la ve feliz y relajada, lejos de aquella imagen triste y ojerosa que lucía. Está disfrutando esta segunda oportunidad.
Sin duda, para la familia real, que Cristina se divorcie de Iñaki, sería lo mejor que podría pasar. La cuestión se contempla como una probabilidad con un alto porcentaje a favor. A don Felipe no le preocupan lo más mínimo los comentarios que pudieran hacerse contra su hermana por abandonar a su marido en su peor momento. El rey considera que Cristina debería haber dado este paso hace mucho tiempo. Mientras tanto, la infanta se lo está pensando.