El padre de don Felipe VI siempre ha sido un hombre fiel a sus tradiciones. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha tenido que desprender de algunas de ellas por su propio bien o el de la Monarquía. Ahora, el rey Juan Carlos I acaba de recuperar uno de los hábitos que más perjudicó a su imagen pública. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo, te contamos todos los detalles en la página siguiente.
Los problemas de salud de don Juan Carlos
> El esposo de doña Sofía no atraviesa por su mejor momento en lo que a salud se refiere. El pasado verano tuvo que someterse a una delicada operación de corazón a consecuencia de una obstrucción en una de las arterias principales. Los principales medios de comunicación celebraron que su recuperación llegó antes de lo previsto, pero lo cierto es que don Juan Carlos no se encuentra del todo bien. Así lo pudimos comprobar la semana pasada, cuando se personó en el Hospital Universitario La Zarzuela para visitar a su sobrina, Simoneta Gómez-Acebo, ingresada en el centro a raíz de una neumonía que se complicó tras la muerte de su madre, la infanta Pilar. El Borbón presentaba un aspecto bastante desmejorado. Sus problemas de movilidad eran evidentes y el monarca necesitó la ayuda de dos asistentes para poder llegar hasta su coche.
Eso sí, parece que en los últimos días se ha mejorado y don Juan Carlos ha recuperado uno de sus viejos hábitos de juventud. Se trata de una costumbre que tiempo ha le convirtió en protagonista de algunos escándalos que salpicaron a la Corona. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
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Don Juan Carlos recupera su peor hábito
> El padre de don Felipe VI ha vuelto a las andadas. Tal y como adelantó Vanitatis, el monarca ha disfrutado de una jornada de caza en compañía de buenos amigos, entre los que se encontraban Amador Suárez, José Manuel Pardo, Carlos Cutilla y Vicente Boluda. Todos ellos se desplazaron hasta la finca de La Flamenza, un espacio que cuenta con 40.000 hectáreas habilitadas para la cinegética. Eso sí, el portal citado anteriormente asegura que don Juan Carlos no participó en las monterías por sus evidentes problemas de movilidad, sino que se limitó a practicar el ojeo de perdices, una actividad que le permite disfrutar de su afición sin moverse de la silla. Se trata de un hábito del Borbón que ha metido en líos a la Corona en más de una ocasión.
Recordemos que, en 2012, el abuelo de la princesa Leonor tuvo que disculparse públicamente después de que trascendiera a la opinión pública que había viajado hasta Botsuana para matar elefantes, una especie en peligro de extinción. “No volverá a ocurrir”, prometió entonces. Así, buena parte de la ciudadanía no ha recibido de buena gana la noticia de que don Juan Carlos haya retomado la cacería, en un momento decisivo para el planeta en lo que a ecología se refiere. De hecho, la que peor se podría tomar la noticia es su propia esposa, la reina Sofía.
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El enfado de la reina Sofía
> Por todos es sabido que la madre de don Felipe VI es la más ecologista de Zarzuela. A la griega le encantan los animales y en más de una ocasión la hemos visto implicarse en campañas de limpieza de océanos y otros cuidados del medio ambiente. Así, parece fácil intuir que a la reina Sofía no le habrá hecho ni pizca de gracia que su esposo, el rey Juan Carlos I, retome la polémica afición de matar animales por diversión. Ya no solo por las cuestiones morales que la caza implica, sino porque ha vuelto a poner a la Corona en el punto de mira
Cierto es que el monarca se desvinculó hace tiempo de Zarzuela, pero sigue siendo miembro de la Familia Real y sus acciones repercuten en la imagen de Palacio. Además, a la suegra de doña Letizia le gustaría que su esposo cuidara más de su propia salud, y preferiría que hubiera esperado un tempo prudencial antes de someterse a semejante trote, con los peligros que conlleva.
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La terrible caída de don Juan Carlos
> Al monarca ya le cuesta moverse por su propia casa, así que podemos imaginar lo difícil que le resultará desplazarse por el campo. De hecho, hace tan solo unas semanas, preocupó una imagen de don Juan Carlos en la que presentaba una gran cicatriz en su frente, resultado de una brecha que se abrió en su caída tras una aparatosa caída. “Se trata de un accidente doméstico sin importancia”, declaró Zarzuela en su día, pero la herida hablaba por sí sola. Como comentábamos anteriormente, al padre de don Felipe VI le cuesta caminar a consecuencia de los problemas que desde hace tiempo padece en su cadera y rodilla. Recordemos que ha tenido que ser operado en varias ocasiones y que se le implantaron diferentes prótesis para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, algunas fuentes cercanas a Palacio insisten en que la situación podría ir a peor si no se toman otro tipo de medidas que lo ayuden a desplazarse.
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Juan Carlos requiere medidas drásticas
> Tal y como avanzaban en El Español, el rey emérito “tiene unos dolores de cadera insoportables. Ese es todo el problema y la verdad: tiene mala solución. Y esto es una cosa que le obsesiona porque no quiere que nadie le vea en silla de ruedas”. Según la fuente con la que pudo hablar el medio citado anteriormente, don Juan Carlos I no asume los achaques propios de la edad que en los últimos años viene sufriendo. “La situación le crea mucha frustración porque él quiere volver a algo que no va a pasar nunca. La edad es la edad y 82 años son muchos”, mantiene el confidente.
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