De un tiempo a esta parte, vienen sonando con fuerza las informaciones relativas a que don Juan Carlos no atraviesa por su mejor momento en lo que a salud se refiere. Para colmo, se acaban de publicar unas fotografías que no hacen más que avivar los rumores en cuanto a las dolencias que padece. A doña Sofía la invade una tremenda preocupación por el bienestar de su marido… ¿Qué le pasa al padre del rey Felipe VI? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
La tristeza de don Juan Carlos
> Hace menos de un mes, el esposo de doña Sofía tuvo que hacer frente a una terrible noticia: su hermana mayor, doña Pilar de Borbón, falleció en el Hospital Universitario la Zarzuela a consecuencia del cáncer de colon que padecía desde hace tiempo. La tragedia cayó como un jarro de agua fría sobre don Juan Carlos. A pesar de las diferencias que marcaron su relación durante unos cuantos años, finalmente lograron limar asperezas y forjaron un vínculo inquebrantable. Al Borbón le tocó despedirse de uno de sus principales apoyos, y lo hizo por última vez el 29 de enero. Pasadas tres semanas del deceso de la duquesa de Badajoz, se celebró en la Basílica de El Escorial un funeral institucional por el que se dejaron caer numerosas autoridades y personalidades de nuestro país. Don Juan Carlos se mostró especialmente afectado y su aspecto ha levantado las sospechas acerca de sus problemas de salud. ¿Qué le pasa al rey? Te lo contamos en la página siguiente.
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Preocupación por Don Juan Carlos
> De un tiempo a esta parte, las noticias referentes a los problemas de salud del monarca abdicado se repiten con frecuencia entre las páginas de la prensa. El verano pasado, tuvo que ser operado a corazón abierto a consecuencia de una obstrucción en una de sus arterias principales. Poco después, una imagen de don Juan Carlos con una cicatriz en la frente hizo saltar todas las alarmas, aunque Zarzuela envió un mensaje tranquilizador asegurando que se debía tan solo a “un accidente doméstico sin importancia”. Ahora, la fotografía que pueden ver sobre estas líneas ha vuelto a sembrar la preocupación entre unos cuantos.
Don Juan Carlos aparece visiblemente conmocionado a la salida del funeral de su hermana, quizá por el tremendo dolor que le supone su pérdida. Le cuesta mantener la mirada y prefiere cerrar los ojos para refugiarse en sus recuerdos. De seguro que su estado anímico se ha visto profundamente alterado a raíz de la tristeza que le asola, y no sería extraño que la pena terminara repercutiendo en su salud. Por si esto fuera poco, tampoco puede decirse que el monarca cuente con el apoyo de su familia en este momento tan complicado.
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Juan Carlos, sin apoyo de su familia
> La muerte de la infanta Pilar fue un duro varapalo para don Juan Carlos, que de un tiempo a esta parte estuvo muy unido a su hermana mayor. De seguro que al monarca le costará reponerse, y ni siquiera cuenta con el apoyo de su familia para superar este bache tan complicado. “Ni su mujer, con la que no tiene trato y, si se ven, solo intercambian palabras airadas. Tampoco su hijo Felipe, ocupado en lidiar con un país difícil y una mujer con mucha personalidad. Ni Cristina, con la que apenas se habla, pues se interponen siempre las reclamaciones y súplicas de la hija acerca de su marido”, apunta Pilar Eyre en su columna de Lecturas.
Según la periodista, el monarca solo pudo contar con el arropo de su primogénita, la infanta Elena, “pero es difícil abrir tu corazón a una hija, por muy querida que sea”. Solo y desamparado, a don Juan Carlos no le ha quedado más remedio que abandonar Zarzuela para refugiarse en los que todavía le aprecian, sus amigos de Sanxenxo.
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Juan Carlos se refugia en sus amigos
> Hace una semana, Pilar Eyre anunció en Lecturas que don Juan Carlos se marchaba de Zarzuela para empezar una nueva vida en Sanxenxo. En esta localidad gallega ha pasado algunos de los mejores momentos de su vida, muy ligados a una de sus pasiones: las regatas. Las fuentes con las que la periodista ha consultado indican que podría haberse mudado a casa de su gran amigo Pedro Campos, el presidente del club náutico, poniendo patas arriba la vida de toda la familia. “No es un huésped fácil, ya que la seguridad, sus propias necesidades y sus dificultades de movimientos han trastocado totalmente” su día a día.
Aun así, Pedro lo ha recibido con los brazos abiertos y se muestra encantado de contar con la presencia de don Juan Carlos en su casa. Allí, el monarca se siente muy querido, rodeado de personas de confianza que mantendrán la boca cerrada. “Son tan fieles que aceptan los gastos onerosos que representa tener al abdicado rey como huésped sin una sola queja”, apunta Pilar Eyre. Tanto es así que ha sido Campos y el resto de su círculo íntimo de Sanxenxo quienes más lo han apoyado tras la muerte de la infanta Pilar. Ellos le han dado el arropo y cariño que no le llegó de su propia familia.
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