Paloma Cuevas ha gritado basta. Está harta de ser “la pobrecita” que llora por las esquinas y ha tomado una drástica decisión: desmelenarse y pasar página. Enrique Ponce, por el contrario, se niega a desprenderse de ella, y eso que, según él mismo, está locamente enamorado de Ana Soria. Esta historia a tres nos tiene completamente enganchados…
¡Sorpresa! Se cambian los papeles
> Desde que saltó la noticia de su divorcio, Paloma Cuevas y Enrique Ponce han desarrollado un papel que nada tiene que ver con él de ahora. Él, un torero de prestigio, causaba un gran revuelo en las redes sociales por enamorarse de una chica 20 años más joven que él. Ella, en cambio, lloraba por cada esquina, suplicando el amor de un hombre que enloquecía por otra mujer. Visto así, cualquiera diría que estamos viendo una de los mejores dramas amorosas del cine español. Lo peor de todo esto es que es cierto, pero, afortunadamente para Paloma, su papel ante la prensa es ahora muy diferente del que intentaron pintar hace unas semanas. Parece que la empresaria ha roto por completo con todo y ahora se ha desmelenado.
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Paloma Cuevas se desmelena
> Como leen. La empresaria se ha cansado de ser la pobrecita que llora en cada esquina por un amor que ya ni si quiera piensa en ella, por lo que ha decidido tomar las riendas de su vida y desmelenarse. A pesar de que Paloma nunca ha sido fan de fiestas y alcohol, y aunque ha decidido seguir con su vida de lo más normal a pesar de revuelo causado en las últimas semanas, la amiga de Carmen Lomana ha viajado hasta Madrid para despeinarse. Ha acudido con varias amistades por los locales de la capital y ha terminado acudiendo la exposición de uno de sus mejores amigos. Lo mejor de todo es que la empresaria ha dado de nuevo vida a sus redes sociales, compartiendo imágenes de uno de sus mejores días hasta el momento. ¿Querrá cautivar con sus fotografías y encontrar el amor en las redes sociales? Desde luego que Paloma ha pasado página, pero ¿Enrique Ponce? Agárrate…
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Enrique Ponce se niega a olvidar a Paloma Cuevas
> Enrique Ponce le está poniendo las cosas muy difíciles a Paloma Cuevas. El torero parecía que había pasado página, pero nada más lejos de la realidad. Según explica el medio de comunicación Vanitatis, el acuerdo de divorcio aún no ha salido adelante, pero ¿por qué los papeles continúan entre las paredes de los despachos de los abogados del torero? Al parecer, el motivo principal es ni más ni menos que la firma de Enrique Ponce. Para que el divorcio pueda continuar, tan solo se necesita que el torero se ponga manos a la obra y firme, un acto que aún no se ha dado. Esto ha llamado mucho la atención en el entorno de la expareja, pues precisamente era Ponce el que más prisa tenía. ¿Qué pensará Ana Soria de todo esto?
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Ana Soria, destrozada
> Lo que empezó como un maravilloso cuento de hadas se está transformando en una auténtica pesadilla para los protagonistas de esta historia. A Ana es más que evidente que la separación del torero con Paloma Cuevas le viene grande. No puede salir de casa sin tener un periodista o una cámara siguiéndole, algo que le agobia desmesuradamente.
Para más Inri, la joven ha tenido que aguantar que Enrique borrara todas las fotografías que había publicado en sus redes sociales con ella, por petición de Paloma, pues según la empresaria, sus niñas no tienen por qué ver cómo el torero mantiene una relación con una chica 20 años más joven que él. Vamos, que la pareja parece que está atada a pies y manos hasta que todo se normalice un poco. ¿Llegarán a navidades?