La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es una organización sin ánimo de lucro con mucho peso en nuestro país y que se encarga de velar por el bienestar de los consumidores. Es común que esta organización valore la calidad de los productos a la venta y ofrezca excelentes consejos a los usuarios. A la hora de comprar una nueva sartén no hay nada mejor que seguir sus preceptos, ya que son auténticos expertos en la adquisición de diferentes herramientas y además han lanzado una guía de lo más útil para que puedas escoger la opción adecuada. ¡Hoy te contamos todo lo que aconsejan para hacer la compra maestra!
En qué debes fijarte

La OCU indica que la primera cuestión a la hora de adquirir una sartén es valorar su diámetro. La organización asegura que las más vendidas son las de 24 cm, a las que se les puede dar prácticamente cualquier uso. Pero se debe tener en cuenta que en ocasiones se necesitan otras sartenes más grandes para elaborar ciertos platos o quizás una más pequeña para limitarse simplemente a freír un huevo de vez en cuando.
Cuando acudas a la tienda a comprar una sartén lo mejor es levantarla por el mango, manipularla y moverla de un lado a otro para ver si está bien equilibrada y si se corre el riesgo de que se vierta su contenido. Si esta es demasiado pesada puede no ser práctica y si por el contrario es muy ligera, puede ser menos estable. La OCU indica que siempre se debe buscar el equilibrio y apostar por una que se maneje con comodidad.
El mango de la sartén

Si es de baquelita o de cualquier otro material plástico resistente al calor y tiene un buen diseño ergonómico la OCU asegura que será la opción más cómoda y segura para no quemarse. Se debe comprobar que el mango se adapte bien a las manos, y si está fijado a la sartén por un tornillo, habrá que comprobar que éste no esté suelto o mal unido y, de ser así, fijarlo firmemente.
La sartén debe albergar hueco para los dedos en el mango, para que no se corra el riesgo de acercarlos demasiado a la zona caliente y quemarse, y no solo en la parte superior, también en la inferior. La sartén puede calentarse en exceso durante su uso y la OCU insiste en que se debe evitar que tenga un mango muy corto, porque entonces no será ni cómoda ni útil.
La base de la sartén

Esta organización también tiene mucho que decir respecto a la base del utensilio que se va a comprar. La base de la sartén, dicen, ha de ser fuerte y resistente, pues en el caso de que sea una placa de acero demasiado fina la sartén pronto se deformará con el uso. El fondo de la sartén debe tener una capa de aluminio que distribuya bien el calor.
La OCU también indica cómo comprobar si la superficie de apoyo es lisa, para esto se coloca la sartén sobre una superficie plana y se observa si es estable. Eso, alertan de que la base puede estar ligeramente abombada hacia afuera, puede ser solo dos o tres milímetros pero eso es suficiente para que se balancee y no haga buen contacto con la placa y se pierda mucha energía, no se debe confundir con un pequeño bollo de un golpe.
Las sartenes de inducción

Dependiendo del tipo de sartén, de sus materiales, estas varían notablemente y ofrecen cualidades bien distintas. La OCU indica que las sartenes de inducción necesitan una capa de acero para concentrar los campos magnéticos y que se debe comprobar que la sartén esté etiquetada como apta para inducción, al igual que se especifican otros tipos de focos en los que se puede utilizar.
Existe una nueva gama de sartenes en el mercado basadas en la cerámica, como ocurre con recubrimiento PTFE. Algunos fabricantes se encargan de suministrar el revestimiento de las sartenes, aunque estos revestimientos pueden variar mucho en función del fabricante. Hay quienes tienen más en cuenta la ecología y apuestan por materiales y procesos de producción más limpios. En definitiva, para la OCU la premisa básica al comprar una sartén es que se debe apostar por productos que se adapten a tus usos.
Las sartenes antiadherentes

Las sartenes están elaboradas a partir de distintas aleaciones de aluminio o acero: de aluminio esmaltado o aluminio fundido y de acero esmaltado, vitrificado o inoxidable. El tipo de aleación utilizada y, sobre todo, el grado de espesor de las paredes determina su peso. Pero si hay un aspecto que defina a estas sartenes la OCU lo tiene claro: es su capa antiadherente interior, a menudo formada por tres o más capas.
Se elaboran a partir de una misma sustancia, el politetrafluoroetileno (PTFE), más conocido como teflón. El PTFE demostró tener unas interesantes propiedades antiadherentes, impermeables y de resistencia térmica, química, mecánica, e incluso eléctrica, con la ventaja añadida de ser una sustancia inerte. Así, aún en el caso de que alguna partícula se desprendiera de la superficie y fuese ingerida, nuestro organismo no la absorbería.
Conservar la superficie antiadherente según la OCU

Para prolongar la vida del recubrimiento antiadherente de una sartén la OCU también ofrece algunos consejos. Antes de estrenar la sartén, límpiala con una esponja suave humedecida en detergente. A continuación aclárala con agua caliente, sécala bien y úntala con unas gotas de aceite o un poco de mantequilla.
Después de cada uso, repite la operación anterior procurando que ni el estropajo ni el detergente sean abrasivos, pero sin engrasar la sartén al final. Evita emplear espumaderas metálicas que puedan arañar la superficie y no cortes lo que cocines dentro de la sartén. Si el fabricante solo indica que se utilice en cocina de gas, será de esta forma como funcione mejor. Lo ideal según la OCU es tener varias sartenes de diferentes tamaños, que se adapten al tipo de guiso y al número de raciones.