Por mucho que te llames Georgina RodrĂguez, o incluso en su caso más por ser de las mujeres a las que no les importa pasar por el quirĂłfano para mejorar su imagen, el tiempo pasa para todos. La pareja de Cristiano Ronaldo tambiĂ©n ha confirmado que ella no tiene el mismo cuerpo ni apariencia que cuando era veinteañera. La demostraciĂłn palpable de ello son una serie de fotos en una cuenta de Instagram de aquella Ă©poca, en las que se ve la transformaciĂłn fĂsica que ha sufrido. Vamos, aquello de «cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia».
Los comienzos de Georgina RodrĂguez
Georgina RodrĂguez decidiĂł abandonar Jaca, que era donde residĂa, siendo apenas una niña para probar fortuna en Madrid. AllĂ ya trabajaba, como muchos otros, para mantenerse. Aunque, como es evidente, tambiĂ©n tenĂa tiempo para divertirse con sus amigos, como se demuestra en la fotografĂa. Como se puede ver parece que su llegada a la capital de España no fue tan traumática como les ocurre a otras chicas jĂłvenes a su edad.
El cambio de Georgina RodrĂguez
Lo que está claro es que Georgina RodrĂguez tiene su propia imagen y cualquier situaciĂłn alusiva a la joven es notorio, y de ahĂ que llamen la atenciĂłn estas fotografĂas aparecidas en su Instagram, en las que se pueden ver los cambios. Por ejemplo, en la imagen luce un cabello mucho más liso y brillante, por lo que parece que, con el paso del tiempo, se pudiera haber sometido a algĂşn tratamiento anti encrespamiento. Su pecho tampoco parece de la talla que luce en la actualidad como modelo.
Lo pasaba bien
Lo que queda claro en las fotografĂas de Georgina RodrĂguez en su Ă©poca de veinteañera es que la modelo supo aprovechar la juventud para pasárselo lo mejor posible. Por mucho que trabajara en aquel periodo parece que siempre sacaba tiempo para poder disfrutar de la noche madrileña con sus amigas y amigos. Quizás el haberlas subido a su cuenta de Instagram conlleve un poco de añoranza de esos dĂas en los que tenĂa pocas obligaciones y lo más importante era vivir lo mejor posible cada jornada.
RelaciĂłn con la familia del futbolista
Aquellos dĂas de Georgina RodrĂguez parece que han sido sin duda más felices que muchos de los que ha tenido con la familia de su pareja, Cristiano Ronaldo. Seis años en los que no han sido pocas las ocasiones en las que los medios portugueses han apuntado a una supuesta mala relaciĂłn entre la modelo y la saga Aveiro. Sin embargo tanto la madre de Ă©l, como su hermana, Katia, han salido siempre al paso para desmentir esos comentarios, con otros siempre afectivos para la de Jaca.
Retoques estéticos
En nuestro paĂs, Georgina RodrĂguez tambiĂ©n ha sido muy analizada en programas de televisiĂłn, en los que tambiĂ©n se ha intentado demostrar cĂłmo ha cambiado su fĂsico con el paso de los años. AsĂ, segĂşn uno de ellos, la modelo se habrĂa hecho un microblading, para potenciar la mirada, un retoque en las cejas; dos rinoplastias, en 2016 y 2019; un Ăłvalo facial para tener una cara más marcada; operados el pĂłmulo y los labios; mejorado su sonrisa, ya que en 2016 llevaba una ortodoncia invisible; una marcaciĂłn mandibular, para afinar la cara; tratamientos de piel; y un aumento de pecho, con una mastoplastia, y de culo.
Fiel a sus gustos
En lo que no parece haber cambiado mucho Georgina RodrĂguez con el paso del tiempo es en sus gustos. Cristiano Ronaldo conociĂł a esta joven oscense, de Jaca, cuando Ă©sta trabajaba como dependienta en una carĂsima tienda de ropa de la capital, y se enamorĂł. Probablemente encontrĂł en ella lo que no habĂa encontrado en sus anteriores relaciones: paz y discreciĂłn. Sobre todo, esto Ăşltimo, ya que siempre ha querido mantener su vida privada alejada de los focos. Ninguno quiso confirmar su noviazgo inicialmente, pero pronto llegaron los rumores de embarazo.
Iba para bailarina
Como se ha dicho ya, Georgina RodrĂguez se criĂł en Jaca y es hija de una murciana y de un futbolista argentino que fue entrenador del equipo del pueblo, por lo que desde muy pequeña ha estado vinculada al mundo futbolero. En aquella Ă©poca estudiĂł danza, pero aquello no funcionĂł y se trasladĂł a Madrid tras dejarlo con su ex, un policĂa municipal y dueño de un bar en el que ella trabajĂł como camarera en 2012.