Sara Carbonero cumple cuarenta años en un momento muy especial. Convertida en una mujer todoterreno, siendo periodista, modelo y empresaria, la vida le sonrÃe y la afronta con ganas e ilusión. En sus redes sociales con más de tres millones de seguidores, comparte reflexiones que dejan claro lo bien que se encuentra y cómo se ha repuesto a las adversidades.
Sara Carbonero ha sido una de las periodistas deportivas más conocidas de España. En su carrera ha trabajado para diferentes canales de televisión, como La Sexta, Telecinco o Cuatro, y ha estado en la radio con formatos más alejados del deporte. La audiencia la conoció en los informativos deportivos, pero fue en su papel de reportera del mundial de fútbol de 2010 cuando de verdad saltó a la fama.
2Cuando Sara Carbonero lo dio todo por amor
Los años pasaban, Sara Carbonero seguÃa trabajando duro para ser reconocida por sus labores periodÃsticas y no por su relación, pero el mundo del deporte es muy complicado para las mujeres. Las crÃticas volvÃan a la vida de la reportera, culpándola del mal rendimiento de Iker Casillas en el Real Madrid y de su mala relación con el entrenador del equipo, José Mourinho. Los seguidores del conjunto blanco pensaban que la periodista filtraba informaciones del vestuario, algo que no les gustó nada.
Uno de los momentos más especiales de su vida fue cuando se convirtió en madre. En 2014 nacÃa el primer hijo de Sara Carbonero e Iker Casillas, al que recibÃan con mucha ilusión. En 2016, daban la bienvenida al segundo niño de la pareja. Aunque intentan no dar muchos detalles de la vida de los pequeños, en sus redes sociales y entrevistas dan algunas pinceladas. Por ejemplo, aseguran que son niños muy activos, que disfrutan del deporte, creativos y con los que tienen una relación muy estrecha.
En 2015, Sara Carbonero se enfrentó a una complicada decisión. Iker Casillas dejaba el Real Madrid, el equipo de toda su vida, y empezaba una nueva aventura en Oporto. La periodista dejó su trabajo en informativos Telecinco con una excedencia y se trasladaba a Portugal junto al portero y sus hijos, dejando todo por amor.
