Seas o no partidario de las judías verdes, sigue leyendo porque en las siguientes líneas vas a descubrir una forma de comerlas de una manera deliciosa. Y es que seguro que muchas veces has tomado una rica crema de verduras, pero casi nunca con este elemento. Aquí vas a poder comprobar cómo puedes tener un plato calentito y reconfortante muy recomendable, ya que te aportará múltiples beneficios a tu organismo.
Cocer las judías
Si queremos que nuestra crema de judías verdes salga perfecta nada más fácil que cocer todas las verduras con caldo. Se pueden usar varios, pero con el que seguro que vas a acertar es con el de pollo, porque le da un toque de sabor al que es difícil resistirse. Otro truco muy útil para que el plato quede estupendo es rehogar al principio las verduras, antes de echarles el caldo, porque con ello también mejorará el sabor. Para que la textura mejore, una vez que tenemos las verduras tiernas hay que meter todo en la batidora y triturar. Que quede bien batido. Luego pasar el resultado por un colador fino en acero inoxidable.
Propiedades de las judías verdes
Las judías verdes son un estupendo cóctel de nutrientes, vitaminas y minerales de gran valor medicinal para nuestro organismo. Llegaron a Europa desde el continente americano y desde entonces son un alimento muy preciado, tanto frescas como secas. Entre sus propiedades para nuestro organismo destaca que son antioxidantes, gracias a su alto contenido en vitamina C, un 20% de las cantidades necesarias recomendadas. Además son buenas para el sistema inmunológico, regulan el tránsito intestinal, ayudan a unos huesos fuertes y unas arterias saludables, y apenas tienen calorías, unas 31, y nada de grasas.
Ingredientes de la receta
Para hacer esta crema de verduras con judías verdes para unas 4 personas vas a necesitar como ingredientes 500 gramos de judías verdes, 250 gramos de patatas peladas y troceadas (mejor si son una variedad específica para cocer), una cebolla pelada y troceada, un trozo de puerro (la parte blanca) en trozos, una zanahoria pelada y troceada, un litro de caldo de pollo o de verduras, o agua si no tienes lo anterior, 4 cucharadas de aceite de oliva, nuez moscada, sal y pimienta. Para decorar el plato puedes poner también judías verdes cortadas muy finas, un chorrito de aceite de oliva, jamón serrano en taquitos y picatostes.
Primeros pasos de la receta
Una vez tengamos las judías y demás ingredientes de nuestra receta el primer paso para su elaboración será calentar el aceite en una olla. Cuando esté caliente, echar todas las verduras y rehogarlas unos buenos 15 minutos, removiendo de vez en cuando. A continuación, echar el caldo o agua, tapar, subir el fuego y, cuando hierva, cocer de 20 a 30 minutos, hasta que esté tierno. O unos 15 minutos si usas una olla exprés. Hay que comprobar que todo está tierno y triturarlo después con la batidora.
Cómo finalizarla
Después de pasar las judías verdes por la batidora ya nos va a quedar muy disponer de nuestra crema de verduras. Para que quede con textura mucho más agradable, se puede pasar por un colador de malla fina y luego probar y sazonar con sal, pimienta y nuez moscada. Si se desea ponerle las rodajas de judía verde, poner a calentar una sartén con un chorrito de aceite y sofreír en ella las mismas, hasta que estén tiernas a tu gusto. Una vez hecho ya solo quedaría servir la crema bien adornada, por ejemplo, con los picatostes, las rodajas de judías verdes y los tacos de jamón.
Otros guisos con este ingrediente
Como hemos visto, las judías verdes son un alimento que debería considerarse esencial en nuestra dieta, por lo que si no te gusta comerlas solas puedes también probar recetas con ellas como ingrediente principal, como un guiso de patatas con judías verdes, muy sencillo y riquísimo, o una ensalada de judías verdes con atún y marisco. Sin tener tanto protagonismo, si puedes saborearlas en otros platos como pueden ser un arroz caldoso con verduras o un guiso de patatas con chorizo, costilla y verduras. También debes saber que se suelen preparar al vapor, hervidas con patatas, rehogadas con cebolla y jamón o al horno, pero también permiten recetas frías como ensaladas, y son perfectas para combinarlas con anchoas, queso, nueces y un sinfín de ingredientes. Intenta a probar estas ideas.
