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Pollo al cava en el horno: una receta sencilla que siempre sale bien

El pollo no sólo tiene mil formas de preparación y puede ser protagonista de un millón de recetas, sin exagerar, sino que además combina bien con muchas bebidas que rara vez habríamos pensado echar en una elaboración. Una de ellas es el cava, que aquí vamos a emplear en el horno y con el que obtendremos un plato que va a sorprender a todos nuestros comensales. Y es que por mucho que sólo asociemos al cava con las fiestas navideñas, en la cocina se convierte, en cualquier época del año, en un vino idóneo para acompañar a los sabores del mundo y crear armonías perfectas.

Un buen pollo, fundamental

pollo
Imágenes de las primeras elaboraciones

Esos dos muslos o alitas de pollo, lo que prefiramos, serán la base de una receta en la que lo primero que hay que hacer sin embargo es hacer el majado de ajo. Para ello, hay que pelar y cortar en trocitos los dientes de ajo y ponerlos en un mortero, y luego lavar y picar el perejil y añadirlo al mortero con un poco de sal. Se machaca todo junto hasta que esté bien picado, se echa un buen chorro de aceite en el mortero y se remueve todo. Para armar la cazuela de pollo, se empieza por pelar las patatas, cortarlas en rodajas un poco gruesas y ponerlas en una cazuela o fuente de horno bien repartidas, sazonando al gusto. Después se limpia el pollo, y aunque aquí vamos a quitar la piel de los muslos tampoco hace falta que se quite si se prefiere mantenerla. Se colocan los trozos de pollo por encima de las patatas y se echa el majado del mortero por encima del pollo. Luego se añade el cava y se reparte por toda la cazuela.