Implicada en cuerpo y alma por conseguir de una vez por todas la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, Carlota Corredera, ha sido una pieza clave y fundamental en la presentación, así como comprensión, de algunos de los detalles más escabrosos de la vida de Rocío Carrasco como víctima de violencia de género en la serie documental autobiográfica que protagoniza. No ha sido un camino de rosas, sino más bien, todo lo contrario, por este mismo motivo decide contar su experiencia ante una nueva noche de Viernes Deluxe.
Su peor momento en directo: «Me rompí»
> La tensión en el ambiente podía cortarse con un cuchillo. El discurso negacionista de la violencia de género pone de muy mal humor a Carlota y cualquier feminista que se precie. Estar viendo la realidad de una historia y no suscribir ni querer escuchar lo que se cuenta no fue plato de buen gusto para la presentadora y así quiso detallarlo: “Tenía unos nervios porque había una tensión social, mediática, entre compañeros, en Sálvame, por los pasillos, que me puse a hablar de negacionistas mirando a cámara y dijes ostras, me puse a llorar, me desmoroné, me recuperé y seguí adelante. No soy una roca dura de Chipiona, como diría Rocío Jurado”.
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