Jorge Javier Vázquez es la nueva víctima colateral del tsunami Rocío Carrasco. La docuserie con la que Mediaset ha revolucionado al propio sistema está dando mucho que hablar. ¡Quizá demasiado! España se paralizó y se dejó de hablar de todo. Se dejó de comentar la mala relación entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera, pero es que pasó a un segundo plano la noticia de la semana: la separación de Iker Casillas y Sara Carbonero, donde comenzaban a salir supuestas amantes. También se dejó de hablar de las elecciones madrileñas y de los cambios de Pablo Iglesias y Toni Cantó. Y por no haber, no había ni COVID. Todo el mundo dejó de hablar de todos estas noticias nacionales,… solo existía Rocío, contar la verdad para seguir viva.
No quiere estar hablando 24 horas de Rocío Carrasco
> «Creo que debatimos demasiado y hay cosas que no tienen debate. La propia dinámica de esta cadena lo que nos hace es debatir y opinar continuamente. Y yo creo que hay muchísimas ocasiones en las que no deberíamos hacerlo porque no hay debate«, continuaba comentando.
El carismático presentador que sabe mucho del formato televisión, sabe perfectamente como manejarlo y qué puede pasar. El efecto boomerang es un gran problema en estos casos: «Tanto debatir y tanto opinar no lleva absolutamente a nada. No podemos estar 24 horas hablando de Rocío Carrasco porque al final lo que pasa es que te produce el efecto rechazo».
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