Pablo Díaz pone contra las cuerdas a Roberto Leal. Pasapalabra se ha convertido en uno de los programas más vistos de Antena 3. Recordemos, que este espacio era propiedad de la competencia y, cuando Atresmedia logró incluirlo en su parrilla, se formó un gran revuelo. Pero, Roberto Leal supo esquivar las críticas de sus rivales, y ha sido posicionado como el mejor presentador del famoso concurso. Sin embargo, su etapa dorada podría estar a punto de terminar a causa de la fama que arrastra Pablo Díaz, el participante más querido. La audiencia reclama que el joven se lleve el premio final. Pero, Pasapalabra se resiste a otorgarle el bote de más de un millón de euros. Por ese motivo, los espectadores le han dado un ultimátum a la dirección del programa: o gana Pablo o dejarán de verlo.
Javier Dávila: el nuevo enemigo de Pablo Díaz
> Los espectadores de Pasapalabra tienen un claro favorito: Pablo Díaz. El joven ha conseguido ganarse el corazón del público en los 185 programas en los que ha participado. Lleva acumulado un bote de 151.000 euros y, todo hace pensar, que será el primero en completar el famoso rosco. Sin embargo, parece que el formato no le está poniendo las cosas fáciles, y siempre le hace cometer algún error. Por ese motivo, los espectadores del concurso, han manifestado su descontento en las redes sociales. Aseguran que la dirección de Pasapalabra no está siendo justa con Pablo, pues le invita a confundirse siempre que está a punto de ganar el premio final.
Para no levantar sospechas, el programa de Roberto Leal optó por incluir en el concurso a un gran rival: Javier Dávila. “Tengo miedo de él, bastante miedo”, reconoció Pablo. Javier es Doctor de Derecho Civil en la Universidad de Salamanca, y también tiene una gran trayectoria dentro del concurso. Ha participado en varias ediciones, como en Pasapalabra en familia, o en la Supercopa nacional que Telecinco organizó de dicho programa. Javier Logró desbancar a Pablo y, por un momento, los espectadores pensaron que iba a robarle el bote final. Pero, cometió un fallo en el último momento, y se quedó a las puertas del jugoso premio.
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