Isabel Pantoja esta viviendo una de sus peores pesadillas en los últimos meses. La relación con su hijo Kiko completamente rota, con cuantiosas deudas que podrían llevarle incluso a perder Cantora, sin apenas ofertas profesionales y siendo el foco de polémica constante. Que más podría pasarle a la tonadillera. Desde luego la luz del sol no la ve mucho, puesto que, permanece encerrada en su famosa finca, acompañada tan solo por su hermano Agustín y su madre, doña Ana, muy delicada de salud.
Después de terminar su amistad con algunos de sus amigos más fieles, como Luis Rollán, cada vez menos personas tienen acceso a la artista, que ha cortado relación con muchos de sus incondicionales. Sin embargo, hay una persona que no sólo acompaña a Isabel Pantoja en cada una de sus – cada vez más escasas – salidas de Cantora sino que también es uno de los pocos a los que le abren las puertas de la finca de par en par cada vez que visita a la tonadillera.
Nos referimos a su peluquero, Antonio Abad, la fiel sombra de la artista en cada uno de sus desplazamientos. El onubense, además, mantiene una gran amistad con Anabel Pantoja, y precisamente con ella le hemos pillado compartiendo mesa y mantel en la capital, a donde ha viajado por motivos de trabajo.
Fiel a su discreción – vale más por lo que calla que por lo que habla – Antonio ignora las preguntas sobre Isabel y, mudo, apresura el paso y evita desvelar cómo se encuentra la cantante tras las polémicas que ha protagonizado en los últimos tiempos. A penas tenemos noticias de su estado de salud o de ánimo, solo de los destrozos que deja a su paso. Pese a que cada vez tenga menos amigos, todavía le quedan algunos fieles, como su peluquero de confianza. La verdadera pregunta es, ¿Se trata de lealtad o miedo?