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José Fernando y su calvario en el psiquiátrico: cuatro años de gran dolor

El joven permanece ingresado en el Centro San Juan de Ciempozuelos desde 2017 para tratarse de sus problemas de adicciones y de los trastornos mentales que el consumo continuado de estupefacientes le provocó. José Fernando continúa luchando para salir a flote, pero la batalla se le está haciendo más larga y dura de lo que esperaba. Tanto él como su familia están llegando a su límite y cada vez les cuesta más trabajo no venirse abajo ante este horrible calvario de cuatro años. ¿Quieres saber qué ha pasado y conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.

La última esperanza de José Fernando

josé fernando ortega cano

> «Mi hijo no puede entrar de nuevo en la cárcel. Tiene que estar en un lugar donde puedan tratarle y es la única manera de que salga a flote. Hay momentos en los que no puedo más«, lamentó Ortega Cano a Vanitatis en su día. Dicho y hecho, José Fernando ingresó en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos el 31 de mayo de 2017, solo un día antes de que se cumpliera el 11 aniversario de la muerte de su madre. Allí permanece desde entonces, en el ala especializada en la salud mental, donde recibe tratamiento para curar sus adicciones y recuperarse de las secuelas mentales que estas le provocaron. El joven lucha incansablemente para recuperarse por completo y recuperar su ansiada libertad, pero el camino se está haciendo más largo y duro de lo que pensaba. 

Especialmente en la última temporada, puesto que la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus ha llevado al Centro San Juan de Dios a restringir las visitas a la clínica y a limitar mucho las actividades de los pacientes. Desde marzo del año pasado, la estancia de José Fernando en el psiquiátrico se ha vuelto muy monótona y ahora ni siquiera puede relacionarse con los internos de otras alas, con los que había entablado buena relación y hasta amistad. Además, el hecho de no poder ver a su familia se hace especialmente duro para él, y hace falta remontarse al pasado 25 de diciembre para recordar la última vez que Ortega Cano pudo reunirse con su hijo, por los permisos especiales que concedió la clínica por las fechas navideñas.

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