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Sofía Cristo descubre las secuelas que el drama familiar ha dejado en Kiko Rivera y le hace una propuesta

El drama familiar que parece no tener fin y que Kiko Rivera vive con un gran pesar está haciendo mella en su manera de afrontar las adversidades. Hay algo que atormenta al hijo de la tonadillera y que ahora vuelve con fuerza en estos duros momentos. En una conversación con su amiga Sofía Cristo para su nuevo canal de Twitch En casa con Kiko el dj ha confesado las secuelas que sufre en estos momentos y se ha descubierto que la guerra abierta por la herencia de su padre Paquirri le podría llevar por muy mal camino. Algo que Kiko evita con todas sus fuerzas aunque le den unas tremendas ganas de volver a hacerlo. Para apaciguar los ánimos la hija de Bárbara Rey le ha propuesto un proyecto junto a ella que Kiko no ha podido rechazar. ¿Quieres saber lo que es? Sigue leyendo porque te lo contamos al detalle a continuación. ¡No te lo pierdas!

Kiko Rivera se sincera, no está totalmente recuperado de su adicción

Kiko Rivera

> Kiko Rivera necesita que lo acompañen cuando está solo. Irene Rosales o tres de sus mejores amigos son su mayor apoyo cuando tiene ganas de volver a hacerlo, distraerse de ese momento y estar acompañado por aquellos que le quieren es una de sus salvaciones. No está totalmente recuperado, ni vive tranquilo, algo que Cristo relaciona con que lleva poco tiempo, pocos años limpio y el cuerpo necesita restablecerse lentamente. «Cuando llevas poco tiempo las ganas de tomar vienen con fuerza», aseguraba ella tirando de sus conocimientos y experiencia previa en el tema.

«He tenido muchas recaídas, el problema es que te guste todo«, afirmaba. Sofía le proponía un reto, que contara a los espectadores en directo «Yo he pensado que me moría. Me he pegado cuatro días de fiesta. No comes no duermes, solo consumes y bebes alcohol. Mi cuerpo dejó de funcionar. Yo quería levantar el brazo y no podía. Suerte que hubo alguien que me tiró un cubo de agua fría en la cara. Horroroso». Asimismo, ha explicado que no lo hacía con amigos sino en solitario por lo que tenía tremendas alucinaciones que no podía controlar. «En una de mis noches locas, me pegué dos o tres horas mirando por la mirilla de la puerta y no había mirilla» y ha continuado: «Yo he visto cosas, a través de esa mirilla que no existían. He visto hasta un coche de policía en el pasillo».

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