Cristina de Borbón Dos Sicilias se ha convertido en otra de las acompañantes de Iñaki Urdangarin en este largo calvario que están viviendo el vasco y su mujer la infanta Cristina. Este 20 de enero, el yerno de Don Juan Carlos y Doña Sofía, conseguía el régimen tan ansiado del tercer grado. El exduque de Palma se encuentra en Madrid cumpliendo la última parte de su condena.
Cristina de Borbón Dos Sicilias es prima del rey Felipe y las infantas Elena y Cristina. Es la primísima. A sus cumplir 55 años, es una gran desconocida para el público en general, y de lo más conocida dentro del núcleo fuerte de la realeza y de la prensa especializada del papel cuché.
Su papel ha sido y es fundamental en toda esta historia familiar que viven dentro de la familia de la Corona. Gracias a su discreción ha sabido pasar por encima de los escándalos más importantes.
3Cristina de Borbón Dos Sicilias, la gran relación su prima Cristina y con su primo el rey
> Cristina es la hermana mayor de cinco hermano, cuatro hijas -Cristina, María, Inés y Victoria y un hijo, Pedro. Son hijos del infante Don Carlos que fallecía el 5 de octubre de 2015 y de la princesa Ana de Francia. El duque de Calabria era una de las personas más cercanas al Rey emérito.
Su marido y ella llevan toda una vida juntos. La pareja de saba el sí quiero en 1994 en la finca familiar de La Toledana que los duques de Calabria tienen en Retuerta del Bullarque. Y desde entonces han estado en lo bueno y en lo malo.
Cristina de Borbón-Dos Sicilias estudió en Saint Chaumond, un colegio francés, donde se relacionó con el gotha europeo (con las mejores familias de la aristocracia y económica). Tiene una exquisita educación y ha sido allí, más en la discreción de su hogar, donde ha aprendido a saber dividir y separar. Ella era la persona de confianza del actual rey de España, siendo príncipe de Asturias. Le llevaba toda su agenda, era la que más sabía. Pero el caso Nóos le perjudicó y desde entonces, su primo y ella decidieron que lo mejor sería poner un punto y final en este asunto. Su extremada discreción le hacían seguir siendo la mejor para el puesto, pero los correos en los que aparecía su marido y la imputación del que fuera secretario de las infantas Cristina y Elena, Carlos García Revenga, hacían ver entre ellos que era mejor, terminar.
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