Las nuevas generaciones de las royals vienen pisando fuerte. Son el relevo generacional y todos los ojos están puestos en ellas. Abiertas, espontáneas, tímidas… todo tipo de adjetivos aparecen en los medios sobre estas niñas a las que vimos nacer y que ya se han convertido en unas guapas jovencitas. Victoria Federica, Irene, Leonor, y Sofía son las cuatro españolas.
Las nietas de los reyes Juan Carlos y la Reina Sofía se han convertido en el objetivo de la miradas. Cada una con personalidad completamente diferente y con algunas características en común. ¿Quieres conocer como es cada una de ellas? Pues sigue leyendo que te descubrimos todo de cada una de ellas.
El día en el que los reyes Felipe y Letizia estuvieron más unidos que nunca con Elena, Cristina, Iñaki y Jaime de Marichalar
> Se han convertido en influencers en mayor o menor medida y son muy seguidas por gente de distintas edades y generaciones. A pesar de que su apellido pesa e intimida, tienen un nutrido grupo de amigos que están a su alrededor.
Si en algo han coincidido los hermanos –Felipe VI, Elena y Cristina– y sus parejas o los que fueran –Letizia, Iñaki Urdangarin y Jaime de Marichalar– es ante todo, en que vivan como unos niños de su edad y alejados del foco mediático en la medida de lo posible. Aunque ahora veremos las diferencias.
Todos han fomentado también la idea de que sus hijas sean grandes aficionadas al deporte tanto practicándolo como siguiéndolo. Y es que todos los hijos de los reyes han sido grandes abanderados del deporte y de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.). Eso sin mencionar que Iñaki Urdangarin que ha sido una gran figura de balonmano, antes de que le diera la vena de los negocios, en aquella época idílica de su vida. Los tres hijos de los eméritos, comos ellos mismos, han sido muy aficionados a las regatas.
Por su parte y, aunque no ha compartido tanto las afición a las regatas, la reina Letizia es una amante del cuidado de la mente y el cuerpo y no hay nada más que ver que su figura trabajada. Pero y ellas, ¿qué aficiones tienen? ¿Son tan diferentes?
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