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Arantxa Sánchez Vicario le cuenta a Mamen Mendizábal su tortura familiar

Arantxa Sánchez Vicario y la ruptura con su familia por Josep Santacana vuelven a convertirse en el foco de la noticia. Mamen Mendízabal repasa con ella en su programa Palo y astilla este martes todos los pormenores de una de las relaciones familiares más tortuosas. La extenista que se ha incorporado, como embajadora del Tenis Catalán, a la Federación Catalana de Tenis (FCT), donde colaborará con el área deportiva en el programa de desarrollo de jugadores, sigue casada con él.

Un divorcio que no llega y por el que luchan con uñas y dientes. La tenista española más famosa de todos los tiempos de 49 años, vio como su luz tras haber ganado un Roland Garrós con 17 años se apagaba poco a poco, por todos los escándalos vividos. No es una chica que pueda decir que haya podido disfrutar de sus éxitos.

Los Sánchez Vicario eran Rafa Nadal de la época, sin lugar a dudas, con permiso del mallorquín y sus acérrimos seguidores. Crearon una dinastía dentro del deporte, pues todos llegaron a ser famosísimos, y fuera del deporte nunca mejor dicho. Porque su historia ha llegado a convertirse en un culebrón digno de la famosa serie Dinastía. Emilio, Javier y Arantxa fueron grandes tenistas y tenían a toda España pegada al sofá para verles en la pista.

Lo de Arantxa Sánchez Vicario fue histórico, fue soberbio. Tenía madera desde pequeña. Con 13 años fue alejada de su familia durante un año y medio para entrenar en Marbella.

Arantxa Sánchez Vicario, la reconciliación familiar llegó al romper con Josep Santacana

Arantxa Sanchez Vicario portada hola Josep Santacana

> La ruptura de la tenista con el empresario Josep Santacana por el que dejó todo, y parecía que estaba obnubilada de amor, hizo que llegara la reconciliación. Separada de su familia durante años por la mala relación que tenían con su marido, su separación de Santacana abrió las puertas a la reconciliación: «Yo di el primer paso para reconciliarme con mis hermanos. Les pedí perdón y lo aceptaron. Los necesitaba, especialmente a Emilio, que siempre ha estado a mi lado«.

Una etapa muy dura en lo que lo más complicado para la tenista ha sido manejar el éxito repentino que obtuvo siendo muy joven: «Es muy difícil manejar el éxito, especialmente a los que nos llega tan jóvenes como fue en mi caso. No estás preparado para estas cosas. Cuando se nota más es cuando dejas de jugar».

Arantxa Sánchez Vicario se quedó con mucha pena de no decirle a su padre en vida, «lo mucho que le quería». «Acusé y fui injusta con mi padre», recordaba en una exclusiva para ¡Hola!. Algo que sí que ha arreglado con su madre. Y ha comprobado en sus carnes lo que es un amor de madre: «Mi madre ha estado conmigo aun habiéndole dado mil patadas. Me ha demostrado lo que es el amor incondicional».

La tenista a día de hoy ha regresado al calor del hogar con sus hijos Arantxa y Leo.