María Luisa del Guillén, más conocida como Yiya, fue concursante de Supervivientes 2020. Telecinco le dio una oportunidad perfecta para cumplir su sueño: hacerse famosa. Sin embargo, no supo aprovechar la fama, y terminó arremetiendo duramente contra el programa. Ha intentado convertirse en protagonista de la noticia en infinidad de ocasiones, incluso ha confesado un terrible trauma al que tuvo que enfrentarse cuando era tan solo una niña. No obstante, ningún periodista se ha interesado en su testimonio, pues parece que su carácter conflictivo es una fuente de problemas. Aunque, Yiya ha sabido invertir el poco dinero que le ha dado tiempo a ganar en televisión, y, actualmente, es propietaria de dos negocios exitosos. ¿Quieren saber cómo se gana la vida después de haber sido rechazada por la televisión? Te contamos el lado más oscuro de esta polémica empresaria
Yiya dejó claro su intención desde el primer momento que puso un pie en Honduras. “Tengo tendencia a reventar vidas, y soy muy egocéntrica. No soy la mejor nuera para nadie, y no me he enamorado nunca”, aseguró en su carta de presentación. Todo hacía pensar que la joven pretendía convertirse en una imitación de Aída Nízar para acaparar la atención de los periodistas. El paso de Yiya por Supervivientes 2020 fue completamente despreciable para mucha gente. Una de sus enemigas fue Rocío Flores, a quien no dejó de humillar ni un instante. Incluso la dirección tuvo que tomar cartas en el asunto porque las faltas de respeto hacia la nieta de Rocío Jurado eran intolerables. Cunado termino el programa, Yiya intentó hacerse un hueco en la televisión. Pero, la presión que ejerció Antonio David Flores, fue determinante para cerrarla las puertas. Siguiente: Estuvo a punto de ser colaboradora de Sálvame El clan Flores, la mano negra que la echó de la televisión
> La primera vez que pudimos ver a Yiya en la pequeña pantalla fue en 2009. Participó en Elígeme, un programa de citas que se emitía en Cuatro y estaba presentado por Carlos Baute. La joven estudió periodismo, y estaba dispuesta a hacer historia en televisión. Así que, como su colaboración con Mediaset se convirtió en algo puntual, se esforzó mucho para ser una de las protagonistas de Un príncipe para tres princesas. Este formato la catapultó a la fama, y logró hacerla una persona conocida, en 2016. Su paso por este concurso estuvo cargado de polémica, pues fue tachada de ser poco sincera con sus compañeros. La polémica que rodeo a su personaje público, consiguió que, cuatro años después, lograse fichar por Supervivientes 2020.
