La influencer María Pombo daba a luz este pasado domingo 27 de diciembre de 2020 a la seis de la tarde. La que ha sido hasta portada de Forbes el pasado mes de octubre no podía estar más feliz y junto a su marido Pablo Castellanos subían una foto de su bebé. Ambos no pueden estar más contentos. Pero las críticas no se han hecho esperar. Las redes sociales están que arden y a la que saltan. Y te lo vamos a contar todo a continuación.
María Pombo, su reputación en picado
> Para María Pombo, todos estos escándalos no son nada fáciles. Su reputación va en picado. Y es que la influencer que se encuentra entre las 100 influencers más influyentes, tiene que cuidar a su familia que es también muy conocida. Pombo es tataranieta de la escritora Concha Espina, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1927 por la novela Alta mayor y bisnieta del famoso escritor Víctor de la Serna Espina. La saga iformativa continua ya que es, sobrina-nieta de los periodistas Jesús de la Serna Gutiérrez-Répide, quien fue subdirector de El País y presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, y Víctor de la Serna, crítico gastronómico de El Mundo.
A pesar de sus afamados orígenes, nadie entiende por qué el interés que despierta tanto ella como Pablo Castellano sin haber hecho nada representativo en la vida. No es escritora, ni artista, ni deportista reputada.. Twitter se ceba con ella y habla de como su bebé puede ser una facha debido a los pensamientos de su familia.
La famosa bronca de su marido con Oto Vans vino por un comentario de la influencer en sus redes en el que opinaba al respecto del aborto como interrupción de un embarazo de forma voluntaria: «Pienso que si eres «responsable»/»maduro» para mantener relaciones sexuales también tienes que serlo para asumir las consecuencias. Abortar significa perder una vida. Aunque también entiendo que hay situaciones puntuales donde es entendible tomar esa decisión». Oto Vans veía toda una afenta en sus palabras sobre el aborto y durante el cumpleaños celebrado en Ibiza, estuvo picando a la de Santander. Hasta que su marido explotó.
