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Los Pantoja desenmascaran a Irene Rosales y le cierran Cantora

Irene Rosales juega un papel fundamental en la batalla mediática de los Pantoja. Sus intervenciones televisivas siempre se han caracterizado por la ausencia de polémica. Según el entorno de la familia, el único objetivo de Irene es conseguir que Kiko Rivera vuelva a ser el pequeño del alma de Isabel Pantoja. Sin embargo, muchos periodistas están empezando a comentar que la nuera de la tonadillera no es tan buena como parece. Al parecer, guarda un enorme rencor a la artista que le impide mirarla con buenos ojos. Esta mala relación podría haber influido en el odio que Kiko parece tenerle a su madre. El DJ está a punto de hacer que la artista se vuelva a sentar en el banquillo de los acusados, e incluso le ha faltado el respeto públicamente en su último videoclip. Todo esto estaría recibiendo en apoyo de su inseparable mujer. En Cotilleo.es vamos a responder a la pregunta que todo el mundo se está haciendo: Irene Rosales, ¿Culpable o inocente? 

 

 

 

 

El fallecimiento del padre de Irene desató la guerra 

Irene Rosales en el funeral de su padre> Cuando Irene Rosales llegó a la familia Pantoja, la recibieron con los brazos abiertos. Al contrario que sucede con los novios de Chabelita, todas las parejas de Kiko Rivera entran en Cantora por la puerta grande, e Irene Rosales no iba a ser menos. Incluso logró seducir a la persona más complicada del clan: al misterioso tío Agustín. Poco a poco, la nueva novia de Kiko, se fue ganando la confianza de Isabel Pantoja. Demostró que el único motor que movía la relación con su pequeño del alma era el amor. A diferencia de otras mujeres que habían pasado por la familia, ella no tenía ningún interés económico. Aunque pueda resultar difícil de creer, Irene parece estar muy enamorada. La relación con su suegra era ejemplar, hasta que la tonadillera cometió un error imperdonable.  

Durante los primeros asaltos de la batalla que Kiko Rivera emprendió contra su madre, Irene Rosales parecía estar al margen. De hecho, muchos periodistas aplaudieron su discurso conciliador y su nulo afán de protagonismo. Sin embargo, el comportamiento que tuvo Isabel Pantoja después del fallecimiento de su padre, hizo que Irene cambiase de actitud. La tonadillera envió un mensaje transmitiéndole su sentido pésame, pero no se presentó al funeral para evitar encontrase con su hijo. Esto ofendió mucho a la mujer de Kiko Rivera, pues, según contó en Viva la viva, sus hijas necesitaban el cariño de su abuela. En este momento, muchos periodistas empezaron a cuestionar a Irene Rosales. El argumento que dio para justificar su enfado con Isabel Pantoja no convenció a nadie. Incluso hizo que la propia tonadillera la señalase como la auténtica responsable del drama familiar que estaba viviendo.  

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