La de Paracuellos es uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla y hay pocos aspectos de su vida privada que los espectadores no conozcan. Belén Esteban es un libro abierto, sin embargo, también esconde algunos secretos que todavía no han visto la luz. Ahora, se acaba de descubrir que, además de la diabetes, la colaboradora de Sálvame padece otra desconocida enfermedad muy dolorosa que le impide desarrollar su trabajo con normalidad en el magacín vespertino de Telecinco. ¿Quieres saber de qué se trata y enterarte de todos los detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Una enfermedad desconocida
> Por cuestiones de agenda, Jorge Javier Vázquez siempre llega a Sálvame una hora más tarde de que comience el magacín, y mientras tanto lo presenta uno de los colaboradores. Esta tarde ha llegado el turno de Belén Esteban, lo que significaba que debía colocarse un pinganillo en la oreja para escuchar las órdenes del director. Una vez que el catalán ha entrado al plató, la de Paracuellos no ha dudado en despojarse de ese pequeño aparato con el que puede escuchar al máximo responsable del espacio de Telecinco. Sin embargo, Alberto Díaz le ha pedido que se lo deje durante el resto de la emisión, tal y como hacen otros compañeros como Kiko Matamoros o Kiko Hernández. Esto facilita que puedan dirigir los contenidos en función de los intereses del programa. Pero la princesa del pueblo se ha negado en rotundo porque le resulta muy molesto. ¿La razón? Una desconocida y molesta enfermedad que, hasta ahora, no se conocía que padecía.
“Me hace daño, es incómodo. Tengo los oídos muy sensibles, los dos. El médico me ha dicho que es mejor que no me ponga el pinganillo, porque tengo otitis crónica”, ha explicado Belén Esteban en Sálvame. Pero, ¿en qué consiste esta enfermedad? Se trata de una infección que no remite y que suele aparecer cada poco tiempo, a consecuencia de un traumatismo en el tímpano que no ha curado del todo bien. En ocasiones incluso llega a supurar, y aunque no presenta una gravedad preocupante, sí que puede ser muy molesto y doloroso. Es por esto que la de Paracuellos no puede desempeñar su trabajo en igualdad de condiciones respecto a otros compañeros que sí llevan pinganillo y que, por cierto, suelen ser muy criticados por ello.
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