comscore
miércoles, 24 abril 2024

Desmontando a Sandra Barneda. Los errores garrafales que le han hecho bajar al infierno

Sandra Barneda parece estar en su mejor momento televisivo, presenta Viva la Vida durante la ausencia de Emma García, modera los debates de La Casa Fuerte, ha sido finalista del Premio Planeta con su nueva novela y va a dar las Campanadas, sin embargo, nada es lo que parece, pues los datos de audiencia no acompañan, y a lo largo de su carrera profesional varios programas han sido cancelados tras no enganchar a los televidentes. ¿Nos dará buena suerte empezar el próximo año tomando las uvas junto a ella?

«La Casa Fuerte: Código Secreto» tampoco convence a los telespectadores

Desmontando a Sandra Barneda. Los errores garrafales que le han hecho bajar al infierno

> El debate que modera, dirige y presenta Sandra Barneda, bajo el nombre de «La Casa Fuerte: Código Secreto» se inició el 10 de noviembre con una emisión por partida doble: primero en Telecinco y luego en Cuatro, increíblemente no tuvo la acogida deseada para Mediaset, como en otras ediciones de realitys, por ejemplo, Supervivientes, quedándose en un mísero dato de audiencia del 9.2% durante su emisión en Telecinco y una bajada al 8.5 % cuando pasó a Cuatro, por lo que la cadena ha decidido no volver a cambiar de canal y retransmitirlo únicamente por Telecinco compitiendo con Masterchef Celebrity 5 y sus audiencias millonarias.

La convivencia entre residentes y asaltantes está siendo de lo más polémica, no respetan las reglas del juego y Sandra les advertía con tono enfadado en el último debate emitido: “Saltarse las normas chicos tiene consecuencias. Ducharse en las duchas de los residentes tiene consecuencias”, a lo cual Lara Álvarez desde la casa, corroboró junto a las palabras de su compañera: “Nos ponemos serios porque no va a ser la organización la que tome el castigo, sino que van a ser los residentes», finalizaba aclarando la situación.

Siguiente: La tercera edición de «La Isla de las Tentaciones» fue cancelada en plena grabación