La televisión tiene un lado oscuro que muy poca gente conoce. No todo es dinero fácil ni reconocimiento público. Muchos famosos cargan a sus espaldas con grandes dramas por los que sufren después de apagarse las cámaras. Algunos tienen un problema con la acumulación de dinero, otros lo tienen por desperdiciarlo sin medida, e incluso hay quienes perdieron las ganas de vivir. La vida de nuestras celebrities es a veces una auténtica tragedia: drogas, alcohol, comportamientos desmedidos. Hay quienes si se han atrevido a reconocerlo públicamente. Por ejemplo, Bárbara Rey acudió a Sábado deluxe para admitir su adicción al juego. ¿Sabes qué otros podrían estar sufriendo graves trastornos?
3La depresión: Un problema muy común en nuestros famosos
> Rosa Benito disfrutó de una etapa gloriosa tras proclamarse ganadora de Supervivientes 2011. Algunos llegaron a comparar los datos de audiencia que proporcionaba a la cadena, con los que generaba su compañera Belén Esteban. Pero tanto éxito le pasó factura la cuñada de Rocío Jurado. En 2014 tuvo que ingresar en la clínica Nuestra Señora de la Paz por “haber intentado descansar”, como le dijo a Jorge Javier en su reaparición. Rosa sufrió una fuerte depresión por la que se tuvo que aislar de la fama durante un tiempo. El único contacto que tenía con la realidad era su hermana Geles. “Tuve una depresión muy fuerte. Solo quería dormir”, comentó entre lágrimas en Viva la vida.
Quien también intentaba descansar con ayuda de pastillas era el hijo pequeño de Carmina Ordóñez, Julián Contreras. En 2016, sus problemas económicos provocaron en él una grave enfermedad. “Tomo 56 pastillas semanales para superar mi depresión” anunció en Sábado deluxe. La ausencia de su madre se hacía demasiado insoportable para Julián, quien empezó a tomar pastillas para superarlo y terminó causándole un problema. La escasa relación con sus hermanos Fran y Cayetano tampoco le ayudó mucho. “Es algo puntual que tengo que sacar adelante como sea”, le confesaba a Jorge Javier. Más adelante, pudimos ver a Contreras totalmente recuperado y con una vida nueva, lejos del gran público.
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