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Santiago Abascal y Alberto Garzón: sex symbols e iconos gays

El poder es el mayor afrodisíaco, decía un gran conocedor de los entresijos del mando político, Henry Kissinger. La socióloga británica Catherine Hakim lo explica muy bien en su libro Capital erótico. El poder de fascinar a los demás: cuanta mayor energía sexual desprende una persona, más beneficios llega a conseguir en su vida personal y profesional. Cada cierto tiempo, sale a la palestra pública algún ranking que valora el feeling sexual que generan los políticos, también es España. Durante la Transición, Adolfo Suárez conquistó gran parte de su éxito a base de convencer a las mujeres. ¿Es Pablo Iglesias un icono del macho de izquierdas? ¿Se ha convertido Santiago Abascal en todo un icono gay? Eso es lo que parece según algunos comentarios, reportajes y publicaciones de moda masculina y femenina. Veamos algunos de los políticos actuales que más llaman la atención.

PEDRO SÁNCHEZ Y EL FALCON

En la última campaña electoral vimos cómo la batalla entre unos y otros, sobre todo entre los que se consideran más guapos, se dirimía en primeros planos. Las pancartas de los principales partidos políticos eran directamente sus rostros, bien enfocados, bien maquillados, con una postura que potenciara su rostro. En el caso de Pedro Sánchez, incluso alguna colega primera ministra ha hablado en público de lo guapo y atractivo que le encuentra.

Todos recordamos la funesta pero a la vez interesante fotografía en el Falcon de Presidencia, con las gafas de sol y el traje negro. O sus posados en bañador que han creado legión de seguidoras, sobre todo.

Santiago Abascal y Alberto Garzón: sex symbols e iconos gays