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Santiago Abascal y Alberto Garzón: sex symbols e iconos gays

El poder es el mayor afrodisíaco, decía un gran conocedor de los entresijos del mando político, Henry Kissinger. La socióloga británica Catherine Hakim lo explica muy bien en su libro Capital erótico. El poder de fascinar a los demás: cuanta mayor energía sexual desprende una persona, más beneficios llega a conseguir en su vida personal y profesional. Cada cierto tiempo, sale a la palestra pública algún ranking que valora el feeling sexual que generan los políticos, también es España. Durante la Transición, Adolfo Suárez conquistó gran parte de su éxito a base de convencer a las mujeres. ¿Es Pablo Iglesias un icono del macho de izquierdas? ¿Se ha convertido Santiago Abascal en todo un icono gay? Eso es lo que parece según algunos comentarios, reportajes y publicaciones de moda masculina y femenina. Veamos algunos de los políticos actuales que más llaman la atención.

ALBERT RIVERA, OTRO SEX SYMBOL

En la última hornada de políticos, son muchos los que quieren hacer el papel completo que hizo Adolfo Suárez: ser clave en la política y el devenir de España, y, de paso, utilizar el encanto y su atractivo a su favor. No hay nada de malo en ello. Albert Rivera ha pasado por ese trance. La primera vez que se habló de él en la prensa nacional fue a raíz de la polémica campaña de Ciudadanos en Cataluña, en la que él aparecía desnudo, solo tapando sus partes.

Desde entonces, su ego no ha dejado de crecer. Se lo han rifado actrices, presentadoras y muchas ciudadanas de la calle. En el caso de Rivera, el atractivo es menor entre el colectivo Gay, y eso que su formación es más tolerante que la de Abascal, por ejemplo. Desde luego, en ambos casos tener un alto autoestima y una consideración de uno mismo como guapo ha ayudado bastante.

Santiago Abascal y Alberto Garzón: sex symbols e iconos gays