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Sálvame: cómo hacer un circo de la desgracia humana

Ya han pasado casi dos semanas desde que diera comienzo ‘Quiero dinero’, el concurso que se engloba dentro del magacín estrella de Telecinco. Los colaboradores participantes han de someterse a pruebas que rozan lo bochornoso o responder a preguntas muy íntimas si quieren ganar algo de calderilla. En pleno 2020, y con todo lo que ha pasado este año, parecía difícil que la televisión pudiera sorprender todavía más al espectador, pero Sálvame lo ha conseguido.

Chelo García-Cortés y Antonio David Flores han sido los primeros tertulianos en degradarse a la altura del betún a cambio de unos cuantos miles de euros que en su mayoría irán destinados a pagar deudas y más deudas. El programa presentado por Jorge Javier Vázquez ha conseguido hacer un circo grotesco de la más lamentable necesidad humana, y a nadie parece importarle.

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Sálvame, un abusón de patio de colegio

> Al César, lo que es del César. El programa vespertino de Telecinco ha hecho historia de la televisión y su éxito resulta innegable. Tras esas cinco horas de corazón televisado trabajan a destajo decenas de personas cuya profesionalidad queda reflejada en este excelente formato de entretenimiento que acompaña a millones de espectadores desde hace más de diez años. Pero tampoco es ningún secreto que esta gloria de la que presumen se ha conseguido, en buena parte, a costa de los colaboradores. Como si fuera un abusón de patio de colegio, Sálvame les da en su punto más débil y los machaca emocionalmente hasta conseguir que de sus ojos broten unas cuantas lágrimas.

A través de una especie de contrato tácito, el espectador aceptaba no cuestionarse hasta qué punto era moralmente aceptable ese martirio diario a cambio de recibir sus dosis de entretenimiento. Pero parece que las cosas han cambiado a raíz del estreno de ‘Quiero dinero’, la nueva sección de Sálvame que obligó a la mismísima María Patiño a apagar su televisor porque no soportaba la imagen de su compañera Chelo García-Cortés mostrando sus bragas a cambio de 1.500 euros: “Me daba mucho pudor”. Por lo visto, muchos espectadores hicieron lo propio, teniendo en cuenta que las cifras de audiencia no paran de bajar en esa franja horaria, en pro de su rival más fuerte, Pasapalabra, que lidera las tardes a partir de las 20:00 horas.

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