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“Programa de mierda”: Por qué ponen a parir a La Isla de las Tentaciones

La Isla de las Tentaciones 2 ha comenzado fuerte. Por un lado, parejas al borde de la ruptura, algo diferente a la dinámica de la primera edición, donde ellas se toman todo a la tremenda y ellos parecen estar de fiesta (aunque hay casos honrados, todo sea dicho de paso). Por otro, chicos y chicas guapas que esperan hacerse un hueco en el mundo del famoseo y pasárselo muy bien mientras tanto. ¿Da igual el precio? ¿Todo vale para subir las audiencias? ¿Hay un guion establecido? Las críticas hacia el formato cada vez son más enconadas, y el discurrir de las parejas parece inferir que Telecinco tiene un plan B por si no termina de funcionar o se quema demasiado rápido.

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¿DEMASIADAS GANAS DE PROTAGONISMO?

Marta Peñate

Para muchos, La Isla de las Tentaciones 2 no es sino la cara B que nadie quiere escuchar de una cinta que comienza a estar rallada. En primer lugar, han reciclado algunos personajes, como Andrea, que ha pasado de ser tentada a tentadora porque no pudo resistir los encantos de Óscar, que a las primeras de cambio le ha dado la patada. LIDLT ha sido la única oportunidad para la joven para seguir siendo televisiva. A diferencia de otras infieles como Fani, ella no ha tenido aún un hueco en Mediaset, y eso que primero lo intento con First Dates.

Marta Peñate tampoco se libra de ese protagonismo que nadie quiere: ser señalada por buscar la confrontación y las cámaras. Después de evidenciar que su relación con Lester es más bien tela cebolla, ha cargado contra todas las tentadoras. ¿Un intento de ganar al público para seguir en televisión?