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La maldición de ‘La Veneno’: drama, enfermedad y malas compañías

A Cristina Ortiz, La Veneno, la descubrieron mientras el equipo de Pepe Navarro grababa un reportaje en una de las zonas marginales de Madrid. Al equipo le sorprendió su belleza y desparpajo. El comunicador vio claro que aquella mujer sería un éxito y la fichó para su programa. Fueron años en que Cristina tocó el cielo. Ganó mucho dinero a la misma velocidad que lo dilapidó. No tuvo buen ojo a la hora de escoger a sus compañeros sentimentales. Uno de ellos fue el causante de que acabara en prisión por estafa. Su figura sigue despertando veneración. El nombre de La Veneno se une ahora a un triste suceso. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.

La Veneno, una vida marcada por la tragedia

La maldición de 'La Veneno': drama, enfermedad y malas compañías

> La Veneno nació en Adra, Almería. Alguien que la conoció explicó a Cotilleo que su infancia fue muy dura. Era diferente y eso la hacía blanco de burlas y agresiones. En su casa tampoco la entendían. Así las cosas, sufrió desde bien pequeña por su forma de ser y expresarse. Buscando desesperadamente una salida, Cristina Ortiz se enroló en la prostitución. Era uno de aquellos travestis bellísimos que en los ochenta podían encontrarse en las calles de cualquier ciudad.

Cristina estaba destinada al triunfo. Tenía algo diferente. Un día, el equipo de Pepe Navarro fue a grabar a una zona de Madrid donde La Veneno ofrecía sus servicios. Enchufaron la cámara y le pusieron un micro en la boca, y ahí nació el mito, la leyenda… El comunicador, al visionar el material, supo enseguida que tenía ante sí una estrella. La fichó y ahí empezó la meteórica carrera de Cristina Ortiz, La Veneno, al estrellato.

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