No es ningún secreto que la consorte apenas puede ver a su cuñada, doña Cristina de Borbón. Tras el estallido de la polémica del Caso Nóos, Letizia encontró la excusa perfecta para apartar de Zarzuela a la infanta y su familia, y desde entonces la relación entre ellos es prácticamente nula. Ahora, la hermana del rey Felipe VI y su hijo, Juan Valentín Urdangarín, han urdido un plan que de seguro no habrá sentando nada bien a Ortiz, avivando aún más la trifulca familiar. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo para descubrir todos los detalles.
Una familia exiliada
> Fuentes cercanas a Zarzuela confirman lo que, desde hace tiempo, venía siendo un secreto a voces: Doña Letizia no puede ni ver a doña Cristina ni a su marido. Jaime Peñafiel, periodista experto en Casa Real, asegura que la consorte siente especial inquina hacia Urdangarín, a pesar del que el ex jugador de balonmano fue quien más la apoyó durante su noviazgo con el rey Felipe VI, teniendo en cuenta que él también provenía de cuna plebeya cuando se casó con la infanta. Sin embargo, el instinto periodístico de la consorte le hacía ver que Iñaki no era trigo limpio, y lo cierto es que no estaba equivocada.
Cuando se destapó la polémica del Caso Nóos, a doña Letizia se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja y entonó un soberbio “ya te lo dije” a su marido, al que obligó a poner tierra de por medio con su propia hermana y sus sobrinos. La infanta y su familia sufrieron el exilio en Ginebra y fueron apartados sin titubeos de la familia real. Ahora, doña Cristina y su hijo mayor, Juan Valentín, han elaborado un plan para recuperar su sitio en Zarzuela y de seguro que a la consorte no le hará ni pizca de gracia. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo para descubrirlo.
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El plan de la infanta y su hijo
> Desde hace unas cuantas semanas, Urdangarín disfruta de un permiso penitenciario que le autoriza a salir dos días a la semana, los martes y los jueves, de la Cárcel de Brieva para realizar trabajos voluntarios en el Hogar Don Orione, una institución benéfica muy ligada a la reina Sofía. Gracias a esta concesión, el tercer grado “light”; tal y como explicó Pilar Eyre en la revista Lecturas, está a la vuelta de la esquina y la familia del deportista ha iniciado los preparativos para su ansiada puesta en libertad. Su hijo mayor, Juan Valentín, ha regresado a Madrid tras varios años viviendo en el extranjero, y todo apunta a que su objetivo es recibir a su padre cuando abandone la prisión a finales de este año.
Así lo ha confirmado LOC, que también explica que Iñaki tendría que pasar el fin de semana en la cárcel a no ser que algún familiar de primer grado, esto es, sus padres, sus hijos o su mujer, resida en Madrid, en cuyo caso podría ir ‘a visitarlo’. En este sentido, Juan Valentín ha sido el elegido a la hora de regresar a la capital para facilitar las cosas a su padre de cara a esta especie de tercer grado, teniendo en cuenta que Pablo, el mediano de los Urdangarín reside en Nantes por su carrera deportiva y que los otros dos todavía estudian en Ginebra. Pero, ¿y qué pasa con la infanta? ¿Regresará también a la tierra que la vio nacer? Sigue leyendo para descubrir sus planes.
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Los planes de la infanta Cristina
> Todavía es muy pronto para un regreso oficial a Madrid. Sus hijos más pequeños, Irene y Miguel, todavía estudian en Ginebra y ya han sufrido demasiados cambios en los últimos años como para obligarlos a cambiar de colegio a mitad del curso. Así, tras la concesión del tercer grado de Urdangarín, se prevé que doña Cristina continúe viviendo en Suiza al menos hasta verano de 2020, cuando la finalización del curso escolar le permita un mayor margen de maniobra. Sin embargo, teniendo en cuenta la cantidad de veces que doña Cristina visita a su marido en la Prisión de Brieva, no sería extraño que viajara a la capital de vez en cuando para poder reunirse con Urdangarín fuera de la cárcel.
La infanta está preparando poco a poco su regreso a la esfera mediática, tras pasar varios meses desaparecida ante las cámaras. De hecho, según ha podido saber Vanity Fair, doña Cristina pasó el fin de semana en Madrid celebrando la boda de Jaime Urquijo Zóbel de Ayala, el hijo de su gran amiga Beatriz Zóbel. Aunque se esforzó mucho en que nadie pudiera fotografiarla, está claro que la Borbón tiene cada vez menos reparos a la hora de mostrarse en público tras la polémica del Caso Nóos que terminó con su marido en prisión. Mientras, doña Letizia observa impotente cómo, más pronto que tarde, sus cuñados y sobrinos volverán a ser un quebradero de cabeza para ella.
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Letizia, la tía menos querida
> La consorte no solo siente animadversión hacia sus cuñados, sino que también la ha trasladado a sus sobrinos. Ninguno de ellos tiene una relación cálida con ella, y la que tenían con Felipe VI se rompió a raíz de su matrimonio. Muy atrás quedan los tiempos en los que la familia real al completo navegaba en el Fortuna durante sus vacaciones de verano. Doña Letizia abrió un cisma enorme entre los Borbones y no está dispuesta a colaborar para cerrarlo. En medio de esta tensa relación se encuentra doña Sofía, que solo quiere ver a todos sus nietos juntos.
Muy a su pesar, durante el estío de este año, tuvo que ir dos veces al cine para ver la misma película, primero con Irene Urdangarín y Victoria Federica; y después con la princesa Leonor y la infanta Sofía. Doña Letizia no quiere que sus hijas se vean involucradas en las polémicas que salpican a las familias de sus primos, aunque para ello tenga que romper la relación que había entre ellos. Ahora, le tocará volver a Pablo Urdangarín campando a sus anchas por Zarzuela, teniendo en cuenta que es el nieto favorito de doña Sofía, y quién sabe si algún día no tendrá que empezar a codearse con Iñaki, el hombre que tanta guerra ha dado a Casa Real y que ya cuenta con el perdón de la emérita.
