La ambición de Carmen Borrego ha llegado demasiado lejos y le ha explotado encima. Con su actitud, la hija pequeña de María Teresa Campos se ha colocado sola en una peligrosísima posición desde la que pone en juego su futuro. Una peliaguda situación que ha generado una enorme preocupación entre todas las personas de su entorno íntimo.
Las primeras incoherencias de Carmen Borrego
> Con su propia salud en juego, así ha acabado la última aventura televisiva de Carmen Borrego. En su afán por seguir siendo la auténtica protagonista de las Campos, aceptó participar en Sálvame Okupa. En esta especie de Gran Hermano exprés no solo ha tenido una mala convivencia con sus compañeros. También se ha llevado dos disgustos muy grande. El primero de ellos, que fue expulsada pronto, un duro golpe para su ego. Pero lo peor es que desde Guadalix de la Sierra no se fue a casa sino al hospital Nisa de Aravaca. Allí le informaron de que, tras el tartazo de Payasín, sufría una cervicalgia traumática con contusión en mandíbula derecha.
Esto hizo que Carmen se ausentara en la final del novedoso concurso, algo que tenía firmado por contrato. Un gesto que sentó como un jarro de agua fría entre sus compañeros. De hecho, pronto el plató de Sálvame se llenó de cuchicheos. Los colaboradores empezaron a acusarla de exagerar la realidad. Kiko Hernández iba más allá y decía que la hermana de Terelu había afeado a La Fábrica de la Tele dejándoles colgados para disfrutar de la Semana Santa. De hecho, que su madre, su hermana y su sobrina estén ajenas a todo en la ciudad andaluza da pie a pensar que la situación no reviste tanta gravedad. Pero lo verdaderamente llamativo viene a continuación.
Siguiente: El viaje más desafortunado
